Daba mejor sin ropa
D A LA IMPRESIÓN de que acaban de sacarlo de la cama. A Rivera, nos referimos. Como si la persona que lleva al lado hubiera llegado corriendo a su habitación:
–Levántate, que tenemos un incendio.
Un incendio metafórico, se entiende.
–Levántate, que tenemos un pacto.
Quien dice un pacto dice un despacto. Tal vez Rajoy acaba de anunciar su dimisión. Un político tiene que estar apagando fuegos metafóricos todos los días. Cuando no los apaga, los provoca. No sabríamos decir si Rivera se dirige a sofocar uno o a estimularlo, el caso es que le han dicho –eso parece– que ni se duche, que se ponga lo primero que encuentre a mano y salga zumbando al lugar de autos. Mientras el líder de Ciudadanos acaba de vestirse –ya va por la manga del brazo derecho–, su ayudante le pone al tanto de la situación.
Desde que hace años, para su primera campaña política, Rivera apareciera desnudo, no ha hecho otra cosa que vestirse. Lleva años vistiéndose. Acostumbrado al nudismo de aquella época adánica, no acaba de encontrarse a gusto con prenda alguna. Hablamos de vestirse como hablábamos de los incendios más arriba, en el sentido figurado. Pactar, por ejemplo, es un modo de vestirse, o de quedarse en pelotas, depende de lo que uno haya ido diciendo por ahí antes del pacto. Hay gente que le hace ascos al esmoquin y a la primera oportunidad corre a alquilarse uno. El atuendo significa mucho, dice más de lo que quisiéramos de nosotros mismos. Por eso en política se repite tanto la expresión “cambiar de chaqueta”, por su significado simbólico. Pero Rivera daba mejor sin ropa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.