Tacones salvajes
TODO EMPEZÓ el pasado septiembre con unos mocasines destalonados con la horma cubierta de pelo largo. Tan paradójico como original, este diseño de Gucci se convirtió en la pieza de la temporada y su éxito no solo elevó a Alessandro Michele, director creativo de la firma italiana, a la categoría de niño mimado de la moda, sino que confirmó dos inquietantes realidades. La primera: la vuelta de la excentricidad. Y la segunda: que no hay algoritmo ni estudio de mercado capaz de desentrañar los secretos de la lógica humana. Porque el calzado peludo se convirtió en tendencia y llegó al verano (y a las cadenas textiles) transformado en chanclas forradas de peluche para caminar a 40 grados. De cara al próximo otoño, Gucci propone una vuelta de tuerca a su velludo concepto con estos zapatos-cebra. La belleza, está claro, no siempre es una cuestión racional, sino animal.
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