Éramos tan jóvenes
Richard Linklater terminaba su anterior película donde ahora retoma su nuevo filme: en la celebrada Boyhood (2014), la niñez de Mason (Ellar Coltrane) llegaba a su fin cuando se despedía de su madre y se subía a su destartalada furgoneta rumbo a la universidad, y en Todos queremos algo, oficiosa secuela de Movida del 76, la madurez de los jugadores de béisbol protagonistas empieza a gestarse –muy lentamente– en el fin de semana previo al inicio de las clases. ¿La sinopsis? Un grupo de chavales recién llegados a un campus texano –el director ha recurrido a su propia experiencia– pasa sus días buscando, sin tregua, sexo y cerveza. La premisa puede remitir a tantas otras películas banales made in USA, pero Linklater (bajo estas líneas) se asegura de que no solo no perdamos el tiempo, sino de que no nos abandone la sensación de haber pasado un buen rato.
Otra propuesta segura de la semana:
Territorio ‘beat’. El Centro Pompidou examina la influencia del movimiento nacido en EE UU en los cuarenta.
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