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Tentaciones

Las últimas locuras 'foodie': comida vegana para perros y vino para gatos

La cerveza con sabor a carne, el 'puppuccino' de Starbucks, 'Happy meal' para cachorros... Los aburridos piensos ya no son suficiente, según muchos dueños, para alimentar a sus queridas mascotas. ¿Moda pasajera o un disparate monumental?

Hacer quedada en casa de un colega para tomar unas cervezas mientras se ven pelis, se decapitan zombis en un sangriento videojuego, se escucha música o simplemente se hace vida social es más que un plan, un planazo. Pero claro, si resulta que el anfitrión es uno de esos hipsters megafoodie que vive por y para sus mascotas, te puedes encontrar con más de una sorpresa en el frigorífico cuando vayas a repostar. Tened mucho cuidado.

Son mascotas, no sumilleres

Hace ya unos años que la industria de la alimentación descubrió en las mascotas un nuevo filón para explotar este nuevo gusto masivo por lo gourmet. Y entre todas las cosas raras del mundo, lo que nos faltaba por ver era la cerveza para perros; un producto que salió hace unos años y que, como es apta para el consumo humano, pues la puedes compartir con tu mascota. La susodicha perla es una cerveza sin alcohol, fabricada básicamente con zumo de malta sin fermentar, con sabor a carne y sin espuma. Vamos, una guarrindongada que es de todo menos cerveza, pero con un packaging aplastantemente atractivo. Ya no hay excusa para no compartir birra con tu perro. Lo único que tienes que hacer es no pelearte por la tapa. Y la hay belga, holandesa y alemana. ¿Para cuando una cerveza artesana para mi perro?

¿Tienes un gato? Que no cunda el pánico; también tenemos invento, porque en determinadas tiendas de mascotas puedes encontrar vino tinto para gatos. Y esto es debido a que en 2013, una empresa japonesa del sector de la alimentación de mascotas decidió inventarse el Nyan Nyan Nouveau, un vino sin alcohol de uva cabernet para que nuestros gatos brindaran con nosotros en esos momentos tan especiales de la vida en los que es necesario brindar con un gato. No es de extrañar que en breve convirtamos a nuestros gatos en verdaderos sumilleres, y las tiendas de mascotas se llenen de vino para gatos de infinidad de denominaciones de origen. Claro que como decían que la uva no era muy buena para la alimentación de un gato, se inventaron el Pinot Meow, que lleva remolacha. En fin, que la industria se trollea a sí misma. Pero,¿hay algo más hipster que llevarte a tu gato a una cata en la enoteca molona de turno? Si, que el gato sepa más que tú de vino.

Muchas empresas se dedican a la producción y distribución de piensos de origen vegetal para alimentar a tu mascota sin asesinar a un animal

Puppucinos y pupcakes

Un lugar donde hace años que saben que los gatos son unos verdaderos foodies es Japón. En el país del sol naciente, la pasión por los gatos es tal que hay establecimientos donde la gente alquila a los gatos sólo para acariciarlos o pasearlos. Y no podían faltar restaurantes para gatos, locales donde puedes comer con tu gato e incluso ofrecerle un menú. Esta idea, aunque originaria de Taiwan, pasó a Europa, cuando se abrieron los primeros cafés para gatos en Francia, Austria y Suiza, aprovechando el tirón para ofrecer la adopción. Fabuloso. Como fabuloso es el camping Castell Mar, en Girona, donde el restaurante tiene su apartado para mascotas. Tu perro tiene varios menús para deleitarse como el mejor de los foodies. Hasta tienen un happy meal para cachorros. Eso es morir de amor de verdad.

Claro que además de morir de amor, puedes morir de modernez o de vergüenza ajena cuando descubres el universo multicolor que se ha creado en torno a la gastronomía perruna. Hace tiempo que en muchos Starbucks de Estados Unidos tu perro puede acompañarte con un “puppuccino”, la versión perruna del clásico de los clásicos confeccionado con crema batida. -¿Para cuando en España esa maravilla?-. Votamos si. Claro que si aún vives en la enterrada era del cupcake y tu perro ya te ha dado por caso perdido, siempre podrás buscar el pupcake y llenarlo de estupideces. (No desenterremos los cupcakes, por favor; no pueden volver. Votamos no).

Con el veganismo se nos fue de las manos

A cualquiera que le digas que tu perro es vegano le puedes provocar un ictus de la impresión. Podéis hacer la prueba. Pero el caso es que en la comunidad vegana es de lo más normal del mundo. Existen muchas empresas dentro del sector que se dedican a la producción y distribución de piensos de origen estrictamente vegetal para alimentar a tu mascota sin tener que asesinar a un animal. Menuda tontería esa de la pirámide alimenticia, obviamente. Y no hace falta irse muy lejos, empresas como Veggieanimals adoctrina a sus fieles con piensos para perros y gatos completamente vegetales, productos nacidos tras dos años de estudio de no se sabe quién y avalados por el instituto nacional de no sabemos dónde. O al menos, no hay rastro en su web. Todo muy fiable. Y ya cuando hablamos de la ética de la alimentación de tu mascota es cuando cogemos la nave espacial...

El gato con su vino bitokenko.
El gato con su vino bitokenko.

Por otra parte, entiendo que el veganismo, como filosofía es una maravilla, que abre una puerta al respeto y la reflexión. Pero igual la sociedad no está preparada para comprender cómo se puede enseñar moralidad a un gato o a un canario. Si tu obligas a tu mascota a ir contra natura por tus propios principios, ¿acaso no estás imponiendo tu doctrina? Pobres mascotas que no pueden decidir, menuda dictadura. Y entiéndase el sarcasmo. El respeto hay que llevarlo por bandera, pero que sea por ambas partes. Entre un par de sardinas y un pienso vegetal, ¿qué pensáis que hará vuestro gato? Al menos el de mi vecino lo tiene claro tras la prueba. Es omnívoro absolutamente.

En resumen, que cada uno coma lo que quiera y pague lo que pueda, pero que esto no nos lleve a perder la cabeza con nuestras mascotas. Recordad que ellos son nuestros mejores amigos y si fuera al revés, quizás ellos no querrían lo mismo para nosotros. Pensadlo.

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