El objetivo de la barbarie
Los homosexuales hemos sido el blanco de la última barbarie terrorista de ISIS. La reacción natural es de tristeza, dolor e impotencia. Pero deberíamos evitar a toda costa que el odio consiga su objetivo de crear más odio, de dividir a la sociedad que pretende atacar, de sembrar la discordia para volar Occidente desde dentro. La libertad, la multiculturalidad y el respeto mutuo forman parte de las bases de nuestra civilización. No podemos permitir que la sinrazón las reviente. Eso supondría reconocer la victoria de las bombas y los fusiles cuando nosotros disponemos de armas mucho más potentes como la paz y la diversidad que representan nuestra bandera arcoíris. Soy gay y no tengo miedo de ondear esa bandera en un día como hoy. Eso es precisamente lo que me hace más fuerte que ellos.— Julio César Ortega. Barcelona.
Lo que sucedió en Orlando me llena de pena y rabia. Los gais han reivindicado sus derechos durante más de medio siglo y a la vista está que siguen siendo uno de los colectivos más vulnerables. En todas partes, crecientemente en España, se registran ataques homófobos. En esta ocasión ha ocurrido en Orlando. Sin embargo, este ataque va más allá. Este ataque verterá aún más odio sobre la azorada comunidad musulmana de Estados Unidos. A unos meses de las nuevas elecciones, vuelve a surgir el debate sobre el islam, las armas y los homosexuales en EE UU. Para evitar que Estados Unidos se llene de odio y de armas habrá que esperar que los estadounidenses voten más con la cabeza que con el corazón.— Juan Sanz Botín. Valladolid.
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