El dilema: amamantar o trabajar
El 62% de las madres trabajadoras abandonan la lactancia antes de los seis meses por motivos laborales
Pongamos que nace un niño y la madre elige lactancia natural durante el tiempo que sea posible, primero por los beneficios demostrados científicamente de la leche materna y segundo porque quiere vivir esa experiencia. Habrá bebés a los que les cueste más coger el pecho y alimentarse, otros cuyos horarios parecerán la tortura del sueño y otros que desde el primer día disfrutarán de su momento de comer con mamá. Para cuando madre e hijo se hayan adaptado a la lactancia pueden haber pasado las 16 semanas de baja por maternidad y la madre debe reincorporarse al trabajo. Es decir, cuando el bebé tiene solo cuatro meses. ¿Qué sucede con su alimentación? ¿Por qué debe ser destetado antes de tiempo?
En el I Estudio sobre Conciliación y Lactancia elaborado por Suavinex, con una muestra de 1557 madres residentes en España, se ha analizado cómo afecta la jornada laboral a la crianza y las conclusiones son preocupantes: el trabajo hace peligrar seriamente la lactancia materna. El 46% de las encuestadas reconoce haber dejado de dar el pecho antes de que su bebé tuviera seis meses y un 62% abandona la lactancia por motivos laborales. El 43% de las madres trabajadoras solicitó una reducción de jornada, con la consiguiente reducción de categoría y sueldo. Pero algunas familias no pueden asumir esta bajada de ingresos, así que si tienen que elegir entre llegar a final de mes y amamantar, la decisión es tan triste como obvia.
"En el estudio hemos comprobado que el trabajo es un impedimento para la lactancia materna, tengan la posición y el empleo que tengan. Algunas madres piden un cambio en su puesto o teletrabajo, pero no en todas las empresas se permite. Amamantar solo fuera de las horas de trabajo, como hace un 27% de las madres, es otra de las opciones escogidas para intentar mantener la lactancia. Un 30% de las encuestadas opta por la extracción de leche, pero al final un 62% abandona porque ven peligrar su trabajo", señala Sara Muñoz, de Suavinex. La web Mamiconcilia recogió 10 testimonios de madres que intentaron compaginar trabajo y lactancia, que puedes leer aquí.
La Encuesta Nacional sobre Hábitos de Lactancia en España, elaborado en el marco de The Global Breastfeeding Initiative, señala tres aspectos clave: la edad media del destete está en los seis meses, la lactancia mixta se debe a la reincorporación del trabajo y un final abandono porque resulta complicada la combinación de la vida laboral con los horarios del bebé. Otros estudios trasversales por provincias coinciden en ese abandono prematuro de la lactancia. En Asturias, por ejemplo, se ha observado que la prevalencia de lactantes descendía desde el 51% de madres que alimentaban con leche materna exclusiva en los primeros días al 14,9% a los 90 días y al 8,7% a los 120 días, muy por debajo del mínimo recomendado por la OMS. Además, se encontraron diferencias entre las madres en un entorno rural o semi-urbano (mayor índice de lactantes) y las madres urbanas y trabajadoras. Ciudad, empleo y bebés no se llevan bien.
El Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría trabaja para fomentar la alimentación por leche materna durante el mayor tiempo posible y señala las ventajas para las empresas que concilian: "Mayor compromiso y fidelidad de la mujer trabajadora hacia su empresa, menor absentismo laboral por mejora en la salud del bebé y la madre, mayor tasa de regreso rápido al trabajo y mayor rendimiento de las horas trabajadas, menor pérdida de trabajadores cualificados por maternidad y mejora de la imagen corporativa como empresa responsable". Facilitar salas de lactancia donde la madre pueda extraerse leche o amamantar, y flexibilizar los horarios haría que estas trabajadoras fueran más productivas.
Conciliación para amamantar
En algunos empleos considerados de "riesgo durante lactancia natural" (es decir, cuando exista algún riesgo en el puesto de trabajo para la salud de la madre o el hijo) se extiende el permiso materno hasta que el bebé cumpla nueve meses, manteniendo durante ese tiempo el 100% del salario. Otra normativa que protege en cierto modo la lactancia es el artículo 37.4 del Estatuto de los Trabajadores, que indica concretamente: “En los supuestos de nacimiento de hijo, adopción o acogimiento, para la lactancia del menor hasta que este cumpla nueve meses, los trabajadores tendrán derecho a una hora de ausencia del trabajo, que podrán dividir en dos fracciones". Esto es, la madre trabajadora dispone de una hora de ausencia que puede repartir en dos medias horas para amamantar antes y después de su jornada laboral o bien acumular horas de lactancia. Este permiso se puede disfrutar al mismo tiempo que la reducción de jornada para el cuidado de los hijos: son dos derechos independientes, compatibles y retribuidos por la empresa que, en caso de no llegar a acuerdo con el empleador, se puede debatir en los tribunales.
"Las preocupaciones habituales que atendemos las matronas en consulta es la duda de si la madre tendrá suficiente leche cuando pasa tantas horas sin el niño en el pecho. La producción de leche es proporcional a la succión. Y las madres trabajadoras que más difícil lo tienen son las del sector servicios, que pasan 10 horas fuera de casa. Otras ven los problemas que les da la lactancia en el trabajo y ante el miedo a perderlo prefieren dejar de amamantar. Estamos privando a los niños de la leche materna por una cuestión económica", advierte Mari Paz Alarcón, matrona del Centro de Salud Arganda-Felicidad de Madrid. En su día a día atiende a madres que no se pueden levantar de su silla hasta que el jefe cierra la oficina por el extendido "presentismo" y otras que sin querer ven cómo el niño se desteta porque no le da el pecho en las tomas que necesita. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses y la combinación con alimentos sólidos hasta los dos años o más, la realidad es otra. "Tengo madres que sufren mobbing en su trabajo para dejar la lactancia y otras con el síndrome del 'burnout' que les acaba cortando la leche. Por no hablar de la angustia de dejar a sus bebés tan pequeños en guarderías y que en ocasiones el centro no acepta la leche extraída de la madre y le dan otra. Lo que estamos haciendo es acabar con la lactancia y eso debería ser nuestra preocupación principal", afirma la matrona.
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