_
_
_
_

El más escandinavo de los inquilinos de la Casa Blanca

Obama se deshace en elogios hacia los países del Norte de Europa. Para él, son un modelo

Barack Obama con sus homólogos Erma Solberg, Stefan Lofven y Lars Lokke Rasmussen en la cumbre celebrada en la Casa Blanca
Barack Obama con sus homólogos Erma Solberg, Stefan Lofven y Lars Lokke Rasmussen en la cumbre celebrada en la Casa Blanca Kevin Lamarque (REUTERS)

Nació en Hawái, se crio en Indonesia y se formó políticamente en Chicago. Pero Barack Obama podría ser escandinavo. El presidente estadounidense, cerebral y calmado, admira el pragmatismo y la seriedad nórdica. Es un modelo a seguir. “Si todo el mundo pudiera ser como los escandinavos, todo esto sería fácil”, dice Obama a sus asesores, según escribió en abril el periodista de la revista The Atlantic Jeffrey Goldberg en una extensa entrevista al presidente sobre política exterior.

La pasión del presidente por el mundo nórdico se visualizó el pasado viernes. Organizó una cumbre en la Casa Blanca con sus homólogos de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia. Hablaron de la preocupación por las ambiciones militares de Rusia, del éxodo de refugiados a Europa y de la lucha contra el cambio climático.

Por la noche, Obama agasajó a sus invitados con una cena de Estado, algo que solo había hecho 11 veces en sus siete años de presidencia. “A veces tenemos la tendencia de dar por hecho a nuestros amigos y es importante que no lo hagamos”, dijo.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Obama se deshizo en elogios. Destacó un sinfín de coincidencias: respeto a la democracia y al pluralismo, protecciones laborales y medioambientales, promoción de la igualdad de oportunidades mediante la educación y la sanidad. El presidente no podía disimular que le gustaría que EE UU —y el mundo— se pareciera más a Escandinavia. “Ha habido momentos en que he dicho: ‘¿Por qué no ponemos durante un tiempo a estos pequeños países a cargo? Y podrían limpiar las cosas”, dijo entre risas antes de la cumbre.

El presidente ha sido acusado en EE UU de ser un socialista por defender un Gobierno más intervencionista. Sus críticos le reprochan que su reforma social estrella —la sanitaria— es demasiado europea, aunque está alejada del modelo europeo de sanidad universal. Y hay quienes ven una filosofía vital nórdica: David Plouffe, el jefe de campaña de Obama en las elecciones de 2008, dijo que el presidente encajaría más en la política escandinava porque en Washington es una “persona lógica y sin emociones en una capital ilógica y emocional”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_