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Clase particular de historia de Netanyahu para diplomáticos

El primer ministro israelí invita a un seminario tras un polémico voto en la Unesco

Juan Carlos Sanz
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.ABIR SULTAN (AFP)

Es bien conocida la afición de Benjamín Netanyahu por la historia. Sin ir más lejos, el pasado octubre atribuyó al muftí de Jerusalén Haj Amín al Huseini la idea del Holocausto, al convencer a Adolf Hitler en 1941 de que quemara a los judíos en lugar de deportarlos a Palestina, como inicialmente pretendía el líder nazi. Indignado por el resultado adverso de una votación sobre la Explanada de las Mezquitas celebrada en abril en la Unesco, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha invitado ahora a un seminario sobre historia judía en su residencia oficial en Jerusalén a los funcionarios de la ONU y diplomáticos acreditados ante Israel.

Hijo del historiador Benzion Netanyahu, que investigó sobre la judería medieval sefardí, el jefe de Gobierno ha organizado la clase particular para contrarrestar la decisión del organismo de Naciones Unidas para la ciencia y la cultura. “Voy a acoger personalmente el seminario, impartido por un destacado experto en historia judía”, anunció sin dar más detalles.

A propuesta de siete países árabes, la Unesco aprobó una resolución que no reconoce vínculos históricos judíos con la Explanada de las Mezquitas, que los musulmanes llaman Noble Santuario y los hebreos Monte del Templo. Para los primeros es el tercer lugar sagrado del islam, con la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. Para los segundos se trata del recinto religioso más sacrosanto, ya que creen que acoge las ruinas de los dos grandes templos bíblicos del judaísmo.

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La resolución de la Unesco apenas se refiere al Muro de las Lamentaciones, situado a los pies de Al Aqsa, o lo hace en su denominación árabe: plaza Al Buraq. “Es difícil de creer que nadie, y menos una organización responsable de preservar la historia, pueda negar ese vínculo”, lamentó Netanyahu.

El enviado de Naciones Unidas para Oriente Próximo, Nickolay Mladenov se ha apresurado a declinar la invitación: “Es mejor enviarla a los embajadores de los Estados a la sede de la Unesco en París. El personal de la ONU en Jerusalén conoce muy bien la historia de la región, sus pueblos y religiones”.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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