A Calvin Klein no le gustan las famosas ‘instamodelos’

Hace 14 años que Calvin Klein se retiró de la moda, y durante todo este tiempo el diseñador ha observado en silencio la transformación de la industria. No se puede negar que el panorama ha cambiado radicalmente desde que en 2002 vendió su firma homónima a la marca camisera Philips-Van Heusen por 730 millones de dólares (unos 645 millones de euros) repartidos en dinero, acciones y royalties. Hoy los diseñadores duran un suspiro en su puesto, se ha impuesto la tiranía de las redes sociales y las caras bonitas de Instagram han sustituido a las amazónicas supermodelos, lo que Klein examina con escepticismo.

El estadounidense lo dejó claro en una charla organizada por la escuela de arte y diseño de Savannah, EE UU, en la que habló de las nuevas campañas de Calvin Klein, protagonizadas por el cantante Justin Bieber y la modelo Kendall Jenner. De la intervención se desprendió que esta última no es objeto de devoción del modisto: “Honestamente, no estoy familiarizado con el anuncio. Estoy seguro de que es una joven encantadora, pero no es el tipo de cosa que hubiera hecho yo, incluso hoy”, sentenció Klein. En cambio, aprueba la elección de Bieber como imagen de la firma: “Me gusta personalmente, no por los millones de seguidores que tiene. El caché de los modelos ahora depende de sus followers” continuó. “No se les contrata porque representen la esencia del diseñador, como hacía yo. Y a la larga no va funcionar para la firma", recogió sus palabras la web Fashionista. Acto seguido arremetió contra otro miembro del clan Kardashian-Jenner. "Si nos limitamos a vestir a Kim Kardashian con cualquier cosa no se logrará nada".

El modisto, de 72 años, juzga desde la experiencia, ya que no es ajeno al poder de una cara famosa. Mientras dirigió su firma Klein produjo algunas de las campañas publicitarias más icónicas y polémicas de las últimas décadas, entre ellas la imagen de una sugerente y jovencísima Brooke Shields o una Kate Moss desnuda en pleno auge del heroin chic, un anuncio tan famoso que hasta Bill Clinton lo condenó. Un estilo provocador que sigue influyendo en la publicidad del Calvin Klein que hasta este martes lideraba por Francisco Costa. La firma anunció ayer en un comunicado que va a unificar sus diferentes marcas con el fin de tener una estrategia más global que consolide la marca. Un anuncio que iba acompañado de la noticia de que abandonan la marca tanto Costa -hasta entonces director creativo de la colección de mujeres-, como Italo Zucchelli, el director creativo de su división masculina.

En su crítica implacable de la situación actual de la industria tampoco se olvidó de los jóvenes diseñadores: “No duran lo suficiente en el puesto, incluso los mejores”, opinó. “A los dos años se les termina el contrato y creen que han inventado Dior, Saint Laurent o Balenciaga. Todo el mundo es reemplazable y muchos de ellos son reemplazados y a menudo olvidados”, sentenció. Ahí no acabó la cosa. Klein también lanzó una opinión sobre los productos que se confeccionan: “Cuando veo cazadoras moteras por 2.000 dólares o vaqueros desgastados y rotos hechos por modistos pienso que me están tomando el pelo", afirmó quizás teniendo en mente los carísimos diseños rockeros que Hedi Slimane produjo para Saint Laurent. “Llevamos 30 años haciendo lo mismo. No es nuevo. Entiendo que es joven y cool pero hay que respetar a las mujeres e intentar que se vean lo más hermosas posibles a la vez que produces algo nuevo. Mucho de lo que se hace ahora es decepcionante”.

Klein no es el único diseñador estadounidense veterano que se ha cansado de la vorágine de la moda. En 2015 Donna Karan abandonó la dirección creativa de su firma para centrarse en la marca Urban Zen y la filantropía. Ese mismo año, Ralph Lauren dejó el cargo como director general de su empresa, aunque permanece como director creativo.