Un niño en el país de el Asad

Sin prisa pero sin pausa, Riad Sattouf se ha convertido en uno de los nombres imprescindibles del cómic contemporáneo. Hijo de sirio y bretona, el dibujante, de 37 años, triunfó con el primer tomo de El árabe del futuro, inspirado en su infancia en la Libia de los ochenta, que vendió 200.000 ejemplares en su país antes de ser traducido a 18 idiomas. Un fenómeno con escasos precedentes: puede que el último fuera Persépolis, otro cuento autobiográfico con la historia reciente como telón de fondo. El segundo volumen de esta tetralogía llega ahora a las librerías, en España editado por Salamandra. En él, Sattouf se adentra en la Siria de Hafez el Asad, donde se instaló en 1984 junto a sus progenitores: un profesor obsesionado con el panarabismo que rechazó un puesto en Oxford para educar a ese “árabe del futuro” que da título al proyecto y una mujer algo dominada que fantasea con los electrodomésticos que brinda la sociedad de consumo. Sattouf alterna el sarcasmo y la melancolía, el costumbrismo y la lección geopolítica sobre el diálogo envenenado entre civilizaciones.

Riad Sattouf elige sus tres cómics favoritos:

1.Jimmy Corrigan, de Chris Ware. “A través de la historia de su pobre protagonista, con quien contacta el padre que lo abandonó, Ware traza un retrato sublime de la sociedad estadounidense”.

2.El loto azul, de Hergé. “La primera versión, íntegramente dibujada por Hergé, es uno de los cómics más bellos de todos los tiempos. No dejo de releerlo una y otra vez”.

3.Vida de Mizuki, de Shigeru Mizuki. “El autor relata su infancia en el Japón rural y su experiencia como soldado en la II Guerra Mundial. Perfecto para quienes tienen miedo del manga”.

Otras apuestas seguras de la semana

1. La gran estampida. Málaga exhibe un legendario mural de Pollock, inspirado en Picasso y El Greco.

2. La mejor canción de Lole y Manuel. Alba Molina reinterpreta los éxitos inmortales con los que sus padres revolucionaron el flamenco.