Los problemas de Brasil
Plazas y parques abarrotados. En unas, camisetas rojas y gritos apoyando al Gobierno y en favor de lo que ellos entienden por democracia. En otras, camisetas amarillas y verdes acompañadas de lemas contra la corrupción y pidiendo la salida de la presidenta. En ninguna de las plazas se reclaman mejores servicios públicos, más seguridad en las calles, más acceso a la sanidad o a la educación. Gran parte de la sociedad brasileña asiste atónita a ese juego político, sin saber hacia qué lado posicionarse. Realmente, no sabemos hacia dónde se dirige el gigante latinoamericano. Lo que sí sabemos es que mañana se levantarán y los mismos problemas seguirán ahí, esperando a que alguien un día se dé cuenta de que existen y de que hay que solucionarlos para seguir avanzando.— Laura Bueno López.
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