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Tribuna
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Siempre contra el machismo

Necesitamos reivindicar más que nunca que sin mujeres no hay democracia

Vivimos momentos decisivos para este país y es precisamente en estos momentos de gestación de un nuevo ejecutivo, cuando tenemos la oportunidad de acabar con el gobierno de Rajoy y su nefasta política, especialmente en lo que respecta a las mujeres, cuando necesitamos reivindicar más que nunca que sin mujeres no hay democracia. Que todo el discurso político se queda cojo si no hay igualdad entre mujeres y hombres, que no hay futuro posible si las mujeres no viven seguras y tienen confianza en las instituciones.

Por eso este año, en el PSOE celebramos el 8 de marzo bajo el título de Siempre contra el machismo. Bajo ese lema queremos reivindicar los 136 años de historia del PSOE, 136 años construyendo igualdad.

Nosotros somos ese gran partido capaz de emocionar a la gente porque hemos sido capaces de cambiar sus vidas, de mejorarlas, de responder a sus anhelos. Ahí están la ley Integral contra la Violencia de Género, la ley de Igualdad, la ley del Aborto, la ley de Matrimonio entre personas del mismo sexo, la ley de Salud Sexual y Reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, la ley de Dependencia, el Plan Concilia, el Plan de educación 0-3, la coeducación y educación para la ciudadanía.

Recuerdo con emoción cuando aprobamos cada una de esas leyes, son momentos que perviven en nuestra memoria con orgullo, recuerdo la alegría que sentimos al dar pasos decisivos hacia un futuro mejor.

Por eso tenemos tanto futuro, porque nos impulsa un pasado del que sentirnos más que orgullosas. Pero también nos queda mucho por conquistar y las mujeres sabemos mucho de luchas. Ninguno de los derechos que tenemos actualmente nos ha sido regalado. Ninguno ha llegado con la modernidad ni con el paso del tiempo. Ha habido que pelearlos uno a uno y, como estamos viviendo con el aborto, algunos ha habido que pelearlos varias veces a lo largo de la historia porque cuando ya los considerábamos conquistados e inamovibles hemos visto cómo se nos volvían a arrebatar o cómo se nos pretenden arrebatar.

Por eso, además de estar orgullosas por lo hecho, por lo conquistado, tenemos que seguir reivindicando y proponiendo soluciones. Porque si hay un ámbito en el que la legislatura del PP ha sido especialmente negativa es en el de la igualdad. Ha sido ésta la legislatura de la desigualdad en la que todos los indicadores subrayan que la brecha de género se ha disparado.

La desigualdad ha crecido especialmente en los ámbitos laborales y económicos. Solo a modo de ejemplo, la brecha salarial está en el 24% -la más alta en los últimos cinco años- y la brecha de las pensiones en el 39%, es decir, la pensión media, a 1 de enero, era para los hombres de 1.178 euros al mes frente a 723 euros al mes de pensión media para las mujeres.

Nunca antes en la historia las mujeres hemos tenido tantas posibilidades de diseñar nuestra propia vida como las que tenemos nosotras ahora

Por primera vez en 40 años está cayendo la población activa femenina y la conciliación ha perdido su significado original para pasar a traducirse, directamente, en la posibilidad de las madres de tener un empleo digno con un salario digno, algo que se ha convertido poco menos que en un imposible. La feminización de la pobreza ya es una realidad en nuestro país y ésta se ha cebado especialmente con las familias monoparentales que soportan las tasas más elevadas de precariedad e inestabilidad laboral con el añadido de pobreza infantil incluso en los hogares donde la madre tiene un empleo.

Así que, por un lado, nunca antes en la historia las mujeres hemos tenido tantas posibilidades de diseñar nuestra propia vida como las que tenemos nosotras ahora. Y eso, sobre todo, nos compromete porque no olvidamos que es una posibilidad restringida a las que vivimos en ciertas partes del planeta, sí, y por tanto, somos esperanza, y soporte, somos el “es posible” hecho realidad, para aquellas que aún no lo tienen y somos quienes, junto a ellas o en su nombre cuando las silencian, seguiremos peleando para que los derechos conquistados, sean derechos para todas en todas partes. Sean derechos universales.

Y al mismo tiempo, por otro lado, vivimos momentos importantes en los que paradójicamente, la agenda feminista y el discurso por la igualdad entre mujeres y hombres parece haberse quedado ahogado entre tanto discurso que aboga por una nueva política, por un cambio constitucional, por reformas en las instituciones.

Así pues, es tiempo de reivindicar tanto lo hecho, como lo que queda por hacer: un gran pacto de género por el que se pongan de nuevo en el corazón de la agenda política cuestiones urgentes e ineludibles como la erradicación de la violencia de género, la democracia paritaria y la igualdad salarial íntimamente unida a la conciliación y la corresponsabilidad.

La propuesta socialista es la de una sociedad de hombres y mujeres que puedan soñar con hacer realidad sus proyectos vitales, que tengan la posibilidad de decidir qué quieren estudiar, dónde quieren vivir, qué tipo de familia quieren construir, a quién quieren amar, cómo pueden ser felices.

Una sociedad que vamos a construir con un nuevo gobierno del cambio. Una sociedad en la que nadie se queda fuera, en la que nadie se queda atrás.

En vísperas del 8 de marzo, queremos redoblar nuestro compromiso y reivindicar que aquí estamos, como en los últimos 136 años, construyendo igualdad.

Carmen Montón es secretaria de Igualdad del PSOE

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