_
_
_
_
Porque lo digo yo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Querido Dani

No te sulfures. Lo hiciste bien. Lo hiciste, al menos. Muchos no se habrían atrevido, ahora sabes por qué

María Porcel
Dani Rovira en la alfombra roja de los Goya.
Dani Rovira en la alfombra roja de los Goya.Cordon Press

Lo primero, perdona la confianza. Supongo que son cosas que pasan cuando alguien se mete en el salón de tu casa, te lo cruzas en cualquier programa, en cada anuncio. Aparte, “querido” es probablemente un término correcto: Dani, eres una persona querida. Y los queridos son odiados. Quizá no sea yo quien te quiera (ni te odie: soy bastante neutra en este ámbito, y a ti, seamos francos, te da igual), quizá te quiera el vecino, quizá otra gente. Mucha.

La gala de los Goya no fue un éxito, ni una explosión de luz y de color. No. Varios factores lo evidencian: la extrema corrección política de nuestros tiempos (unida a la necesidad de politizarlo todo, pura esquizofrenia), el ansia de originalidad, el gusto por el chiste fácil junto al humor rebuscado…

Luego está Twitter, donde cada huevecillo emite una ingeniosa opinión que el resto de huevecillos replicamos en tres microsegundos más por lo ingenioso que por la opinión. Además, quizá no lo recuerdes, pero hace un par de meses, en una charla con periodistas en la promoción de Ocho apellidos catalanes, Berto Romero sentenciaba: “Las expectativas son el enemigo de la diversión”. Exacto.

Te imagino en casa. El domingo, cansancio y palmaditas en la espalda. El lunes, alguna crítica. Repasas Twitter. El martes, cabreo. Toda la tarde rumiando, que dos millones de seguidores imponen. En caliente, dolido, triste, lo sueltas. Me enfado y no respiro. No te sulfures. Lo hiciste bien. Lo hiciste, al menos. Muchos no se habrían atrevido, ahora sabes por qué. Con tus chistes buenos y tus otros tantos (bastantes, vale) malos. Con tus momentos forzados y tus puntos de humor. No es por ti. Es España, que somos así.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_