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Un impulso a las elecciones de Ghana

Las redes sociales aumentan la participación política de los ghaneses, que saben que expresar sus opiniones puede afectar a la vida del país

Una mujer vota con su hijo a la espalda durante las elecciones de Ghana en 2012.
Una mujer vota con su hijo a la espalda durante las elecciones de Ghana en 2012.Gabriela Barnuevo (AP Photo)
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Las votaciones y las elecciones constituyen, para los ciudadanos y para las naciones, un valioso instrumento para medir la democracia. Ghana, país anglófono de África occidental, es consciente de ello hasta el punto de dotarse de herramientas oficiales para regular el proceso electoral, como la Constitución y la Comisión Electoral. Pero junto a este arsenal jurídico, existen estructuras formales e informales activas, creadas por la sociedad civil, las ONG y los medios de comunicación, con el fin de lograr, por medio de la información y la educación, una mayor participación de los ghaneses en la vida democrática de su país. De ahí la contribución de los blogueros y las redes sociales —y su efervescencia en Internet— en Ghana. Basta con visitar páginas como Ghana Elections o Ghana Votes para convencerse.

Ghana, en datos

Población total: 26.786.598

Media de edad: 20,9 años

Nivel de escolarización (porcentaje de menores de 15 años): 76,6

Población por debajo del umbral de la pobreza: 24,2%

Líneas de teléfonos móviles por cada 100 habitantes: 114,82

Usuarios de internet: 19,6%

Usuarios de Facebook: 2.9 millones

Así, por medio de las redes sociales, estos últimos años los ghaneses han participado en el desarrollo de las elecciones o lo han seguido en directo. Durante el periodo electoral, todos los ciudadanos pueden, por ejemplo, comprobar los datos correspondientes a cada región o a las circunscripciones electorales con un sencillo golpe de ratón en la pestaña correspondiente.

El activismo de los blogueros les da a todos la oportunidad de ver las tendencias, los avances y retrocesos de los competidores políticos en el campo electoral, también gracias a hashtags como #GhanaVotes, #GhanaDecides, #LetMyVoteCount o #GhanaElections. Los datos recopilados desde las últimas elecciones permiten a los observadores políticos realizar, año tras año, análisis sobre las apuestas electorales.

Esta campaña intensiva de comunicación, información y educación de una población que, lamentablemente, todavía tiene un alto índice de analfabetismo, no puede más que beneficiar a Ghana, un país que, después de experimentar años de inestabilidad política causada por repetidos golpes de Estado, se ha convertido recientemente en un oasis de paz y en un ejemplo de alternancia política y democrática.

Campaña por la transparencia en las elecciones de 2012.
Campaña por la transparencia en las elecciones de 2012.Let My Vote Count

Los ghaneses son conscientes de que cualquier oportunidad que se les dé para expresar su elección sobre los dirigentes de su país afecta a la vida (presente y futura) de más de 24 millones de ciudadanos en esta antigua colonia británica. Eso determina si este país sigue siendo un ejemplo de democracia en el viejo continente.

Las últimas elecciones presidenciales de 2012, en las que las tensiones eran reales, acabaron por disiparse por la vía judicial y constitucional, pero no con las armas y la violencia, como es común en casi toda África en caso de disputas electorales. Este resultado no es una casualidad si se tiene en cuenta la labor de información y sensibilización realizada por unos y otros través de los canales de información existentes, sobre todo las redes sociales.

A pesar de algunas tensiones observadas aquí y allá, los debates en las redes sociales han contribuido a menudo a explicar los argumentos a la opinión pública nacional y a bajar la tensión del enfrentamiento. Dan testimonio de ello las conversaciones entre internautas que dan libremente su opinión sobre este o aquel tema relacionado tanto con la campaña electoral como con los votos emitidos. Estos intercambios permitieron en el pasado crear un ambiente electoral pacífico.

Del mismo modo, hoy es fácil en Ghana tener acceso a la información, independientemente de dónde se encuentre: los resultados de la votación (parciales o definitivos), el mapa electoral nacional, regional y los partidos políticos tanto de las presidenciales como de las legislativas son fáciles de definir, lo que reduce los límites del fraude electoral.

Es el resultado de un trabajo colectivo que debe involucrar, desde luego, a la Comisión Electoral, pero sobre todo a los blogueros y a su trabajo en los diferentes sitios antes mencionados que animan a la gente a votar masivamente. Y no lo hacen afinidad étnica, sino teniendo en cuenta el programa de gobierno y el proyecto social que les presentan los candidatos, un papel que desempeñan tanto los medios tradicionales como los no tradicionales, como la ONG Let my vote count / don’t destroy our democracy [Dejad que mi voto cuente / no destruyáis nuestra democracia].

Dado el creciente número de visitantes que reciben las páginas web electorales en la red y a sabiendas de que el uso de teléfonos móviles para recopilar información durante las elecciones es considerable, hay que apostar por que esto favorezca en los próximos años la consolidación de la democracia en Ghana. Aunque el uso de cualquier herramienta tecnológica puede ser a veces una fuente de fricción, es necesario apropiarse de ellas. Y es juicioso formar, informar y educar a las masas para que las utilicen de forma racional y óptima.

“A muchas personas se les negaba el voto”

Benjamin Aryeetey es periodista y estuvo presente durante las elecciones de 2012, que fue la primera vez que se introdujo el voto biométrico en el país.

“El voto biométrico se introdujo por primera vez en Ghana en las elecciones de 2012. El Gobierno decidió introducirlo para garantizar que no se amañasen las elecciones, para que la gente no intentara hacer trampas", explica. Aunque fue implementado por el Gobierno, en realidad no funcionó en esas elecciones, porque era un sistema muy nuevo que la gente no entendía. "Esto causó muchos problemas ya que a muchas personas se les negaba el voto si la máquina tenía que comprobar si su nombre estaba en el registro no los encontraba".

Aunque la votación tenía que haberse celebrado en un día, hubo que prolongar el periodo a causa de las grandes colas que se formaron. "Los que trabajaban con la máquina no tenían conocimientos de tecnología, y no sabían bien cómo funcionaba".

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