Usted, el cáncer y París

Imagine que le diagnostican un cáncer de pulmón. Que usted, fumador empedernido, ocupado en mil problemas, opta por no hacer caso y sigue dándole al cigarrito como quien oye llover. En seis meses los síntomas se agravan, le sube la fiebre, se ahoga, pierde peso, color, le duele todo. Consulta nuevamente al médico y este le confirma lo que ya sabe. Le dice que científicamente no está probado, pero lo más fácil es que la cosa vaya a peor. Y en efecto, cada día está más cansado y ya no puede afrontar como antes su lucha cotidiana. Por fin, se le enciende a usted la bombilla y decide precaverse: en vez de dos paquetes de tabaco al día se propone ir bajando a paquete y medio de aquí al 2030. Y bueno, si para entonces no está mejor, en el 2050 tiene que haber bajado a un solo paquete. Encima hace trampas y fuma a escondidas en el balcón.

Venga, que le explico el chiste: estoy hablando del cambio climático. Hay un montón de gente como usted reunida en París. Están echando un cigarrito.— Javier Crespo.