De subvenciones, subsidios y pensiones
No hay día que compre su periódico y no me encuentre alguna noticia relacionada con fraudes en subvenciones públicas. Así, últimamente ocupan sus páginas desde fabricantes de coches a productores de cine, pasando por un sin fin de ávidos aprovechados que trincan subvenciones sea como sea y vengan de donde vengan. No hay día que no conozcamos a alguien que está cobrando algún subsidio público sin necesitarlo por tener rentas suficientes, subsidio que malgasta en bienes innecesarios. No hay día que no sepamos de alguien que fingió dolencias para cobrar una pensión y a quien luego vemos correteando por el parque o realizando trabajos opacos. No hay día que no conozcamos algún estudiante becado que se desplaza a su facultad en un deportivo último modelo.
Por todos estos despropósitos, es de urgente necesidad crear unas leyes mas disuasorias que se apliquen con rigor a los desaprensivos, y un control más exhaustivo en la concesión de las subvenciones y subsidios públicos con el fin de asignárselas a un mayor número de personas que realmente las necesitan para poder vivir con dignidad.— Joaquín Fernández Sánchez.
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