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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Estamos perdiendo terreno en la lucha contra la tuberculosis

Sin acciones correctivas considerables, la gran mayoría de las personas que padecen tuberculosis multirresistente a los medicamentos nunca serán diagnosticadas, puestas bajo tratamiento ni curadas

Clínica Lizo Nobanda, una iniciativa de MSF en el barrio de Khayelitsha (Ciudad del Cabo) para deslocalizar la atención a los enfermos más graves de tuberculosis.
Clínica Lizo Nobanda, una iniciativa de MSF en el barrio de Khayelitsha (Ciudad del Cabo) para deslocalizar la atención a los enfermos más graves de tuberculosis. ALFREDO CÁLIZ

Estamos ante otro año de estadísticas descorazonadoras. La persistente cifra de 1,5 millones de muertos al año a causa de tuberculosis debería servir como una llamada de atención, como una alerta ante todo el trabajo que hay que hacer para reducir la carga de esta enfermedad antigua y curable.

Cuando hablamos de los tipos más mortales de esta enfermedad —como es el caso de la  multirresistente a los medicamentos (TB-MDR)— los datos son especialmente desoladores. A pesar del progreso que se ha realizado en métodos de diagnóstico más eficientes, como las pruebas moleculares rápidas, fueron muchas menos las personas que fueron diagnosticadas con TB-MDR en 2014, a pesar de que el número estimado de casos se mantuvo constante.

Estamos perdiendo terreno en la lucha para controlar las formas de tuberculosis resistentes a medicamentos. Sin acciones correctivas considerables, la gran mayoría de las personas que padecen tuberculosis multirresistente a los medicamentos nunca serán diagnosticadas, puestas bajo tratamiento ni curadas.

Actualmente, una persona con TB-MDR tiene una probabilidad de menos del 25% de ser diagnosticada correctamente. Y el diagnóstico es sólo el primer paso: actualmente, quienes tienen acceso al tratamiento estándar tienen sólo 50% de posibilidades de curarse. Y esto sucede mientras que dos medicamentos nuevos se mantienen fuera del alcance de la mayoría de quienes los requieren.

Los diferentes tipos de tuberculosis resistente a medicamentos seguirán propagándose a menos que se cierre la brecha entre las personas con tuberculosis que no están diagnosticadas y quienes sí lo están. Lo que necesitamos es generalizar y hacer un uso óptimo de los test moleculares rápidos mientras se desarrollan y se preparan para su uso nuevas herramientas de diagnóstico que permitan la descentralización de los servicios. Necesitamos mejorar y aumentar el acceso a las pruebas de tuberculosis resistente a medicamentos de forma asequible.

Grania Brigden es directora médica de la Campaña de Acceso a Medicamentos de Médicos Sin Fronteras (MSF).

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