McConaughey no es el único rico de su familia
El hermano del actor, un empresario multimillonario, busca la fama con un ‘reality’
Le llaman Rooster —gallo, en inglés— porque es capaz de despertarse a la hora que necesita sin alarmas. Le apodaron así por primera vez a los 20 años, cuando después de una borrachera le prometió a un amigo que le despertaría pronto y así lo hizo. “Maldito gallo”, le dijo este. Y desde entonces. A sus 60 años aún le conocen como Rooster McConaughey, pero en realidad se llama Michael Patrick y es el hermano del oscarizado actor Matthew McConaughey. Es el mayor, pero también es multimillonario y está a punto de convertirse en estrella de su propio programa de televisión, West Texas Investors Club, un reality donde él y otros dos amigos tejanos escucharán ideas de negocios y decidirán si invierten o no mientras beben cervezas y sueltan todo lo que se les pasa por la cabeza.
“Si comparo mis ingresos con los de Donald Trump, puede que esté por delante de ese hijo de puta”, dice Rooster McCo-naughey en el tráiler del programa que empezó a emitirse el 4 de agosto en Estados Unidos, como una prueba de la franqueza sin filtros por la que es conocido, y por la que el productor Charlie Ebersol le fichó y piensa hacer de él una estrella de la televisión. Así son los inversores reales, “llevan botas, no trajes” y cierran tratos con un apretón de manos, dice. “Aquí en Texas hacemos las cosas de verdad”, asegura el otro McConaughey, que juzgará antes la personalidad de los concursantes que sus propuestas. “Miramos primero a la persona y luego el negocio”.
El mayor de los McConaughey recibirá a los emprendedores como hace un año apareció desde Austin en un programa especial del famoso presentador de la televisión estadounidense Jimmy Kimmel. Su viejo amigo, el actor Robert Duvall, le llamó al escenario y Rooster se presentó con botas, vaqueros, camisa de cuadros, el chaleco de su rancho y un puro en la boca. Cumpliendo todos los estereotipos del Estado de la estrella solitaria. Con su cerrado acento tejano, bromeó con Duvall sobre lo jóvenes que son sus esposas. “Tú tienes edad para ser su abuelo —le dijo al actor de El Padrino—, yo tengo edad para ser su padre”.
De su segundo matrimonio, Rooster McConaughey tiene dos hijos: al mayor, de nueve años, le llamó Miller Lyte, como su cerveza favorita —que no para de beber en el reality—; y a la pequeña, de seis años, Margarita —por la abuela materna, no por el cóctel—. Madison McConaughey, su hijo mayor, de 40 años, de un matrimonio anterior, es quien gestiona uno de sus negocios, el rancho familiar de Mertzon, mientras Rooster dirige la empresa dedicada a la venta de tuberías de petróleo, su principal negocio y el que le convirtió en millonario.
Hermanados en la fama
Si uno puede ser conocido por ser "hijo de" o "marido/mujer de", lo mismo ocurre con los hermanos. Ahí están Eduardo y Mónica Cruz, músico y bailarina y actriz, respectivamente, que se abrieron camino después de su hermana Penélope. Más evidente es el caso de Pippa Middleton, que desde que se convirtió en cuñada de Guillermo de Inglaterra no solo es objetivo de los paparazis, además han sido numerosas sus apariciones en televisión e incluso ha escrito un libro. También la actriz María León, que comenzó con La voz dormida, de Benito Zambrano, siguió los pasos de su hermano, el prolífico Paco León.
Imposible no mencionar a las Kardashian. Kim es la que lleva ventaja mediática en el clan, pero las pequeñas de la familia, Kendall y Kylie Jenner, le pisan los talones.
El mayor de los tres hermanos McConaughey es un hombre hecho a sí mismo, que, como confesó el actor de Dallas Buyers Club al recoger el Oscar, se lo debe todo a sus padres. Kay, su madre, era profesora de guardería; James, su padre, tenía una gasolinera y llevaba una empresa similar a la de Rooster. Ambos se casaron y divorciaron tres veces. De él aprendió a cuidar de su familia y ella les llevaba firmes. “No teníamos permitido las palabras ‘no puedo”, decía en una entrevista reciente. Si a Matthew esa actitud le llevó de la facultad de Derecho a Hollywood, a Rooster le convirtió en un rico empresario que abrió su primer negocio siendo aún adolescente y ha superado crisis fuertes. “Cuando tocas fondo, aprendes —dice—, no sienta bien, pero no es lo peor que te puede pasar”.
Como buen tejano, Rooster McConaughey no tiene gustos caros y le importa el dinero lo justo. “Está bien por comodidad”, dice. Por eso no le importa perderlo invirtiendo en proyectos en su nuevo programa para el que no ha pedido consejos a su hermano. Rooster ya apareció en otro reality en 2008 sobre petroleros tejanos y sólo tiene que ser él mismo para ganarse a la audiencia. O asustarla. Como decía Matthew McConaughey: “La vida de mi hermano es tan increíble que tendríamos que convertirla en dibujos animados”.
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