Michelle Obama, la primera dama global
Michelle inicia su primera visita oficial a Europa para promocionar su iniciativa para la educación de las niñas
Michelle Obama ha seguido clases de tai chi en Chengdu (China), practicado la percusión tradicional ante un templo japonés y conquistado las redes sociales sin salir de casa gracias a un vídeo de su rutina en el gimnasio. Sus bailes espontáneos en ceremonias de bienvenida por todo el mundo forman parte de una diplomacia exquisitamente diseñada. Ahora, tras más de un lustro centrada en iniciativas domésticas, la primera dama estadounidense puede presumir de su propia iniciativa global para la educación de las niñas, que llevará esta semana a Reino Unido e Italia.
“En todos mis viajes he visto una y otra vez cómo los jóvenes, especialmente las niñas, son empujadas hasta lo más hondo de sus sociedades”, dijo durante la presentación de la iniciativa en su última visita a Asia, con paradas en Japón y Camboya. “No puedo quedarme sentada y aceptar las barreras que deben superar para cumplir sus sueños”.
Los presidentes de EE UU han dedicado tradicionalmente su segundo mandato a la política exterior. La estrategia, que tiene como objetivo sellar el legado internacional del mandatario, ha sido adoptada también por la primera dama. La esposa del presidente inicia este lunes una visita oficial a Europa para promocionar su proyecto Let Girls Learn.
“Veo a mis hijas en estas niñas”, ha defendido. La iniciativa cuenta con el respaldo de la Casa Blanca, que ha delegado en ella toda la responsabilidad del programa. Según el presidente, “no hay nadie mejor” para liderarlo. El contenido oficial de estos viajes la aleja de sus polémicas vacaciones en España en agosto de 2010 o del fin de semana que disfrutó en Aspen (Colorado) con sus hijas. Los costes de seguridad despertaron entonces todo tipo de críticas. Michelle no ha dejado de viajar al extranjero, siempre atada a una agenda política y social que rima con la de la Casa Blanca.
En Londres y Roma volverá a estar acompañada de sus dos hijas y de su madre para reivindicar el acceso a la educación de millones de jóvenes que son excluidas del progreso en sus países. La Casa Blanca ha confirmado que también visitará la EXPO 2015 en Milán para presentar otra de sus marcas, el programa Let’s Move que desde hace cinco años intenta contagiar a los estadounidenses por los hábitos saludables.
Un trabajo con tradición
La primera dama ya ha llevado a cabo numerosos viajes en solitario al extranjero. En 2010 hizo una visita sorpresa a Haití junto a la esposa del vicepresidente, Jill Biden, para seguir los trabajos de reconstrucción tras el terremoto que dejó más de 200.000 muertos. Poco después se dirigió a México, donde celebró uno de los primeros encuentros con jóvenes extranjeros y que han servido de base para su iniciativa actual.
Desde hace varias décadas, el papel de primera dama es también el de una embajadora de EE UU a nivel global. Eleanor Roosevelt fue la primera y, desde entonces, Jacqueline Kennedy, Laura Bush o Hillary Clinton —ahora aspirante a la presidencia— labraron su propio sello en la diplomacia estadounidense liderando iniciativas sociales. Todas han tenido un objetivo en común: la educación. En el caso de Michelle Obama, desde Sudáfrica hasta México, China o Haití, sin dejar de un lado las desigualdades en su propio país. El mensaje se extiende a la contribución de los hombres a la igualdad, desde la escuela hasta la paternidad.
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