11 fotosHistoria de un trasplanteCádiz Villalobos, un bebé de meses, nació con atresia de vías biliares extrahepáticas. Se le trasplantó un hígado nuevo a finales de marzo. Su madre fue la donante. Seguimos su historia antes, durante y después de la intervención, que duró 14 horas.Guillermo Abril20 may 2015 - 00:10CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUn instante de la intervención quirúrgica de Cádiz Villalobos. La pequeña ingresa en quirófano hacia las 9.30 de un viernes. A las 12.15, el equipo del cirujano Manuel López Santamaría comienza a operar para extraer su hígado.James RajotteA las 14.17 llega el lóbulo izquierdo del hígado de la madre, la donante, que ha sido intervenida en el hospital Ramón y Cajal. En el interior del quirófano 6 del Hospital Infantil de La Paz, hay momentos en los que se cuentan hasta 11 personas, entre médicos y sanitarios. En el centro, con lentes de aumento, el cirujano López Santamaría, jefe de la unidad de trasplantes digestivos.James RajotteDurante la intervención, hay un momento tenso. En palabras de López Santamaría: “Nos hemos llevado un susto. Hemos tenido que rehacer la arteria, y eso siempre es una complicación”.James RajotteVirginia Amesty, médico residente de quinto año de cirugía pediátrica, durante el trasplante de hígado.James RajotteTras concluir el trasplante, los cirujanos miran el resultado a través de una ecografía. Se produce un silencio sobrecogedor, a la espera de noticias del flujo intrahepático. De pronto, un río azul y rojo llena la pantalla. “¡Ahí, ahí, ahí está!”, exclaman. Es la señal de vida.James RajotteEn la sala de información a familiares, Manuel López Santamaría (sentado, a la izquierda) explica al padre de Cádiz, Rafael Villalobos, cómo ha ido le trasplante. Tras una breve descripción técnica, finalmente dice: "A veces hablamos mucho. El mensaje es muy bueno. Era una niña que se estaba muriendo. No creo que hubiese aguantado mucho más. Y el trasplante, desde luego, mejor no podía salir".James RajotteRafael Villalobos, mexicano de origen español, se abraza al cirujano Manuel López Santamaría tras escuchar las buenas noticias sobre su hija Cádiz. El médico le pide que informe cuanto antes a su esposa, aún convaleciente en el hospital Ramón y Cajal.James RajotteRafael Villalobos se abraza a un familiar y una amiga en la sala de espera de los quirófanos tras conocer el resultado de la operación. Poco después comentará: "Este hospital… aquí pasan milagros. Aquí es donde suceden".James RajotteEl cirujano Manuel López Santamaría, en el vestuario de los quirófanos tras el trasplante de hígado. Son cerca de las 11 de la noche de un viernes, y le llegan noticias de un posible trasplante para la jornada siguiente. Dice: “Siempre te llaman cuando estás a punto de irte”.James RajotteCádiz, junto a sus padres Rafael Villalobos y Marisol Carrillo, tres semanas después del trasplante de hígado, en una de las habitaciones de la planta séptima de la torre de la maternidad, en La Paz. Los progenitores contaban orgullosos que la pequeña había ganado un kilo desde entonces.James Rajotte