Camino a lo superficial
Actualmente vivimos en una sociedad superficial en la cual el carácter y los valores de las personas son secundarios. Únicamente nos fijamos en el físico de la persona, el cómo va vestida, de qué marca lleva la ropa, si tiene un buen cuerpo… Esto último está generando numerosos problemas. Las tiendas cada vez producen un tallaje de ropa más pequeño, el cual no le vale ni a las muñecas, generando a gran parte de las adolescentes problemas con la comida. Problemas que terminan en la anorexia.
Por desgracia, no es el único problema. Hemos creado un mundo en el que la gente tiene miedo a envejecer. Esta se gasta miles de euros en cirugía plástica, cuando lo podrían destinar para investigar curas contra el cáncer u otras enfermedades. Lo que no saben es que el dinero no para el reloj del tiempo, y los años van pasando. ¿Esto es lo que queremos? ¿Una sociedad que se preocupe más por la apariencia que por su propia salud?— Itziar Alcázar Gil.
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