Flipando a colores
Algunos padecemos un defecto genético llamado daltonismo. Para aquellos que lo desconocen, una persona daltónica es aquella que tiene dificultad para distinguir colores, entre los que se encuentran principalmente el rojo, verde, marrón y ocasionalmente el azul. La sociedad, en general, considera que el daltonismo pasa inadvertido en la vida cotidiana, pero añadiré que son muchas las dificultades con las que nos topamos diariamente: el semáforo, los mapas de los transportes públicos, los fuegos de la vitrocerámica… Y es más, no podemos elegir determinadas profesiones (piloto, bombero, policía, etcétera). ¿A qué mente privilegiada se le ocurrió poner las luces de los aparatos electrónicos de estos colores? No creo que sea tal el esfuerzo de cambiar los colores de estas bombillas, ya que a personas como yo nos puede ahorrar más de un disgusto.— Asier Gamallo Valls.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.