Oprah Winfrey, loca por las trufas

Oprah Winfrey es una apasionada de las trufas y la comida italiana. Se lleva sus propias trufas a los restaurantes para que el cocinero de turno —ya sea en un restaurante o en un hotel— ralle la pieza sobre la comida y echa al bolso sal o aceites trufados. La famosa actriz y comunicadora, de 60 años, y una de las mujeres más ricas de Estados Unidos, confesó su afición la pasada primavera, cuando se presentó la película que ha coproducido con Steven Spielberg y que trata de asuntos culinarios, con Helen Mirren como protagonista, Un viaje de diez metros (de Lasse Hallström).

“Soy una loca de las trufas. Hago pasta con trufa rallada y relleno los tortellini con queso y trufa”, contó a los periodistas. Y también manifestó que todos los años deseaba ir a Italia en pos de su ingrediente preferido. Por fin en octubre cumplió su sueño: buscar sobre el terreno su preciada joya gastronómica. Fue a la región de Umbria y colgó en Instagram fotos del periplo con los rastreadores profesionales.. En el lugar donde Winfrey estuvo, Sabatino, fue encontrada recientemente la hasta ahora trufa blanca más grande del mundo, de casi dos kilos. Se vendió el 6 de diciembre en Nueva York por unos 50.000 euros a un ciudadano taiwanés, informó la casa de subastas Sotheby's.

Según la prensa italiana, Michael Douglas, Cindy Crawford, John Travolta y Richard Gere también son unos fanáticos de la trufa, pero nadie se ha significado tanto como Winfrey, que presume de buena cocinera. En su canal y su web da consejos de vida saludable y ofrece recetas. Hace pocos días, fue vista en un restaurante de cocina italiana en San Francisco, Poesía. Además del previsible menú de pasta y trufa, digirió las ovaciones de los transeúntes y las que le habían dedicado durante el pase de la película Selma (de Ava DuVernay), sobre la vida de Martin Luther King, que se estrenará coincidiendo con la Navidad en EE UU.

Winfrey, que se embarcó este año en una gira por su país para promover la autoayuda y dar lecciones de optimismo, finalizará el año con su habitual lista de “cosas favoritas para regalar y recibir”. Ya incluyó en la lista de 2013 un kit para hacer risotto, con trufa negra incluida, preparado por el cocinero Thomas Keller en su restaurante Per Se. No se sabe si el aroma de trufa estará entre sus imprescindibles de 2015, pero algo de comida seguro. Entre sus recomendaciones de 2014 figuran cacerolas, una máquina de hacer café y otra de palomitas, una batidora, galletas, bagels, tartas, sirope de frutas, queso, mermeladas salmón ahumado, salami, tequila, pan rústico... y —cómo no— un juego de aceite de trufa con distintas hierbas.