La dimisión de Ana Mato
La dimisión de Ana Mato
En febrero de 2013 Ana Mato tildó de totalmente injusto que le pidieran su dimisión por su supuesto beneficio de la trama Gürtel, ya que según ella, no podía tener ninguna responsabilidad. Ahora, ocho meses más tarde, dimite y con la crisis del ébola a sus espaldas también. Hubiera sido mejor que asumiera responsabilidades antes porque ahora se le han multiplicado por dos, con tal de continuar ocupando un cargo que le venia grande.— Ariadna Manga Subirà. Mollet del Vallès, Barcelona.
La que ha sido ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno actual de España, a tan solo un mes de cumplir tres años en su cargo, ha decidido dimitir. Esta noticia sorprende. Hasta ahora, una de las razones más usadas como causa de una dimisión en un cargo como el de Ana Mato era el fracaso de propuestas políticas, o cuestionables decisiones a la hora de enfrentarse a una crisis en el ámbito que le corresponde.
Sin embargo, tras la visita del ébola a nuestro país y los sistemas de seguridad sanitarios con los que se dotó al personal médico de los dos primeros españoles infectados, la que hasta ahora era nuestra ministra de Sanidad no consideró oportuno dimitir de su cargo, a pesar del revuelo social que causó su política sanitaria. Después de esto, ¿qué haría a una ministra renunciar a su puesto de trabajo en el Gobierno? Nada más y nada menos que verse relacionada con un caso de corrupción política. Aún debemos sentirnos agradecidos por dar ejemplo al abandonar su cargo por esto, ya que muchos otros se aferran a su puesto con intención de luchar contra todas las adversidades que se les avecinan.— Raúl Rodríguez Escribano. Madrid.
La dimisión de Ana Mato como ministra de Sanidad del Gobierno español me indigna. ¿Por qué ahora? Justamente cuando es acusada de beneficiarse de una red de corrupción, ella decide dejar su cargo. Justamente cuando se han destapado todos los trapos sucios, cuando la gente sabemos que está ya subida en un tren que descarrila y chirría por todas partes. Recordamos que la exministra del Gobierno español no solo se ha visto involucrada en el caso Gürtel, sino que, además, ha fallado a todos los ciudadanos con su mala gestión del Ministerio de Sanidad. Recordemos la crisis del ébola en nuestro país hace unas cuantas semanas. ¿Por qué no dimitió entonces? Cuando se trata de salvar la propia persona y el partido, nos vamos. ¿Y cuando se trata de la vida y salud de la enfermera Teresa Romero? Entonces hacemos como aquel que oye llover.— Laia Moragriega Farrés. Parets del Vallès, Barcelona.
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