Perdimos el norte
Bloggers con más de 7.000 seguidores, selfies que valen 600 euros o instagramerscuyo cuerpo ha pasado a ser un soporte de publicidad.
En algún momento se nos fue de las manos. En algún momento dimos el poder a cualquiera que se cruzara por el camino con una buena idea, un buen cuerpo o muchos seguidores. En algún momento todo esto dejó de tener sentido para ser corrompido una vez más por la publicidad.
Confundimos el periodismo con bloggers que muestran su opinión sin conocimientos previos de la profesión, nos nublamos por un product placement llevado al extremo. Estamos quitando valor a profesionales como los periodistas, en este caso, y no se trata de arrebatar la importancia de unos para otorgarla a otros, se trata exactamente de renovarse. En algún momento perdimos el norte.
Creo que debemos recordar que no todo es válido, ni todo el mundo lo es.— Andrea Pelegrín.
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