¿Para qué sirve mi esfuerzo fiscal?
Soy un ciudadano que aporta entre impuestos directos e indirectos más de un 45% de mi sueldo a las arcas públicas. El Estado me congela y me requisa el 5% del salario desde julio de 2010 (llevo cuatro años en esa situación), además de la paga extra de Navidad de 2012 (no soy funcionario, mi empresa es colaboradora de la Seguridad Social). Los corruptos con ganancias infinitamente superiores a las mías obtienen amnistías fiscales y tributaciones irrisorias. Mi esfuerzo fiscal retenido por voluntad y a la fuerza, que debería servir para disponer de unos servicios públicos de calidad, tiene como resultado todo lo contrario. El Gobierno de turno y las autonomías, empezaron a desmontarlo todo en 2010. Como gota malaya vemos la sanidad, la educación, las familias en paro que pierden sus viviendas, infraestructuras mal conservadas o abandonadas, justicia a la carta para quien tiene los bolsillos llenos para pleitear, congelación de las pensiones, desmantelamiento de la Ley de Dependencia, Administraciones que abusan de tasas y pluses por cualquier servicio que necesites, etcétera.
Mientras todo eso ocurre, el Estado o Estados autónomos, venden edificios y empresas públicas eficientes y salvan bancos y cajas de ahorros.— Manuel Alcalde Expósito.
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