Las indemnizaciones pagarán IRPF

 Durante más de treinta años he sido un fiel votante y simpatizante del PP. Coincidía con él en parte de mis ideales o valores, como una idea de una España plural pero unida y fuerte, o valores democristianos o la defensa a la par de trabajadores y emprendedores.

Pero el pasado 20 de junio el PP se quitó la máscara. Vendió que reducía los impuestos, especialmente a los tramos más altos de ingresos, y escondió la letra pequeña de un decretazo que se conoció más tarde: imponía la tributación de IRPF de la indemnización por despido, con unas exenciones ridículas y con efecto retroactivo. Es decir, por decretazo, le quitaba el dinero a los que realmente lo necesitan, los que han perdido su trabajo, para rebajar la tributación a los más ricos.

Además, debería ser una medida inconstitucional ya que, por ejemplo, en el País Vasco o Navarra la exención por tributación de indemnizaciones por despido es de 180.000 euros, mucho más de lo que propone el PP para el resto de españoles. ¿Pero no éramos todos iguales ante la ley según la Constitución?

Por mucho que se maquille la decisión, el daño de imagen es ya irreparable porque muestra las intenciones de este partido político, que es enriquecer a sus lobbies. Leí que un barón del PP opinaba que esto sería el broche para perder las próximas elecciones.— Javier Arañó.