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Publicidad gratis para unos, arte denuncia para otros

Para la productora de 'Transformers IV', la cantidad de vídeos sobre la película que había en YouTube era una mina publicitaria Todos estaban rodados por usuarios que pasaban por las zonas de Chicago donde se estaban rodando las escenas de acción Kevin B. Lee, un artsita de Chicago, los ha unido y convertido en un documental que revela el espíritu comercial que hay detrás de cada decisión tomada en Hollywood

¿Alguna vez se ha sentado a pensar en cómo los videos caseros que sube a las redes sociales influyen en la economía o en las relaciones políticas y sociales de un país? Pues quizás deba echarle una ojeada al documental Transformers: The Premake, un ensayo audiovisual creado por un treinteañero estadounidense llamado Kevin B. Lee que versa sobre el rodaje de... la cuarta película de la saga Transformers. Lo que comenzó con la intención de mostrar cómo se hizo la producción chino-estadounidense (recopilando el material publicado por los fans en YouTube), al final se ha convertido en una crítica contra la industria cinematográfica de Hollywood.

El video, de 25 minutos, explora Transformers: Age of extinction, utiliza el material audiovisual de 355 usuarios de YouTube y está hecho con una técnica llamada desktop documentary: es decir, que usa la pantalla del ordenador como lente de cámara y da así la sensación de observar en tiempo real la creación del documental. Con el material disponible en internet, incluyendo una minuciosa documentación de todos los videos utilizados, se podría también ensamblar un tráiler particular y hasta secuencias completas de acción.

Y no, Lee no trabaja para Paramount, el estudio detrás de la cinta. Asegura que su video no es un truco para promocionar la película. “Me gusta que haya quien dude, que se pregunte si esto es un golpe publicitario”, comenta

El proyecto, mezcla de vídeos de 355 usuarios de YouTube, se centra en la promoción involuntaria que han hecho los internautas a Transformers: Age of extinction

“Mi intención es que la gente no vea las películas en general –y esta en particular– simplemente como entretenimiento, sino que vea lo que hay detrás, que sea consciente de lo que representa una producción cinematográfica para las ciudades que sirven de escenario, para los fans, para los intereses de un país”, explica el también realizador de cine. Intencionadamente o no, el film critica la influencia de China en el Hollywood actual y su uso de la industria cinematográfica como propaganda, las dudosas ventajas de los beneficios fiscales para los films y si nos ponemos filosóficos, en los diversos niveles de realidad en los que una producción de cine influye en la vida diaria.

La idea de Transformers: Premake es analizar el cambio en el rol de la audiencia que ha pasado, gracias a Internet, del consumo pasivo a ser parte de la maquinaria publicitaria que convierte una película en un éxito de taquilla. “Los usuarios de las redes sociales se han convertido en una fuerza publicitaria en sí”, cuenta. “Todos somos publicidad, incluso cuando no lo hacemos intencionadamente. Estamos constantemente creando, subiendo imágenes, videos y datos a Internet”.

Y por eso critica que la industria cinematográfica estadounidense –que gasta millones en una producción y que intenta controlar que se puede publicar o no de ella– se aprovecha (cuando le conviene) de la publicidad viral y gratuita que les genera cada video subido por los fans a youtube, publicado en MySpace, Twitter o Facebook u otra red social sin devolver nada a cambio y luego intente eliminar dichos vídeos si contienen más información de las que les interesa dar. En el caso de Transformers, Lee teoriza que los vídeos están todavía disponibles en YouTube como parte de una estudiada campaña para crear expectación ya que, a una semana de su estreno, la información sobre la película es escasa.

Los usuarios de las redes sociales se han convertido en una fuerza publicitaria en sí. Todos somos publicidad, incluso cuando no lo hacemos intencionadamente -Kevin B. Lee, autor de Transformers: The premake

Lee también insiste en que quiere estudiar hasta qué punto el dinero influye en las el planeamiento de una película. “Que la gente entienda que generalmente las decisiones sobre dónde grabar no se toman de forma creativa: las decide el dinero. Donde salga más barato o proporcione más beneficios a la productora”, manifiesta Lee, que actualmente cursa un doble máster en artes visuales y en el estudio crítico de ellas. Con ello se refiere a la guerra de rebajas fiscales que tienen las ciudades estadounidenses menos mediáticas para atraer a los productores de películas y a la debatible premisa de la industria cinematográfica como generadora de empleos y turistas, especialmente para las ciudades afectadas por la crisis económica.

No se escapa la crítica hacia las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China –que ya es el segundo mercado cinematográfico del mundo–, que exige entre sus condiciones para acceder a sus facilidades que Hollywood refleje una imagen positiva del país y que incluya parte de la cultura china en ella. No por nada la película dirigida por Michael Bay tendrá un dinobot que habla mandarín.

Lee está consciente de que aunque critica el uso del material de los usuarios de redes sociales como publicidad gratuita su video también le generará publicidad gratuita a la película y de hecho puede que contribuya a que más personas la vean: “Ya lo dicen en Hollywood: Toda publicidad es buena”.

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