Lo que la gente ignora de mi trabajo

Hay profesiones rodeadas de mitos, cuyas promesas de emoción o romanticismo se cumplen sólo a veces. Otras son insólitas, nacen de la originalidad y dejan perplejo a quien por primera vez oye de su existencia. Y existen algunas en las que la pasión de quienes las desempeñan es más fuerte que los prejuicios que las lastran. Todas ellas tienen una cara B. Algún rasgo que los profanos no sospecharían pero que quienes han hecho de ellas su medio de vida conocen bien. Aquí van, en primera persona, testimonios de profesionales de muy diversos ámbitos contando aquello que consideran que la gente desconoce de su trabajo.

Tester de videojuegos: “No me paso el día jugando”

“Cuando dices que trabajas probando videojuegos, la gente piensa que estás en una fábrica de chocolate poniéndote las botas. Creen que me paso la jornada jugando, con una libretita al lado donde anoto todo lo que no me gusta... No es así. Los tester tenemos trucos que nos permiten matar a todos los malos de golpe para superar rápidamente pantallas, fijándonos sólo en lo que nos interesa. Yo verifico localizaciones y traducciones, para que no haya incoherencias, y puedo pasarme la mañana delante de un excell. No es tan distinto de otros trabajos de oficina”.

Daniel Pérez, tester de videojuegos en EA

Publicitario: “No somos creativos: predecimos”

“La publicidad y, en general, la creatividad, está llena de estereotipos. La creatividad como la conocíamos ha muerto. Ahora, con la cantidad de información digital que se produce por segundo, los creativos tienen que aprender a pronosticar las ideas y tendencias futuras. Los nuevos creativos son early adopters, captadores tempranos de todo lo que está por venir. Por eso, las aplicaciones en educación y profesionales no tratan ya de enseñar a pensar, sino de enseñar a prever”

Javier Furones, director creativo Ejecutivo en Contagious

Periodista. “Lo simple y cotidiano no es decepcionante”

“Nos imaginamos que podemos actuar como detectives. Pero detrás de los grandes titulares, la realidad es que todo es simple y cotidiano. Y no por eso decepcionante. Cuando se instruía el caso Malaya estábamos pendientes de que detuvieran a Pedro Román, considerado el lugarteniente del Gil, y lo hablábamos con gente del caso. Esos investigadores son gente corriente, con la que hablamos de fútbol o del tiempo, y profesional. Uno de ellos llamó una tarde de un festivo 1 de mayo a una redacción con sólo una silla ocupada. 'Bueno, ya lo tenemos. En el aeropuerto. Venía con su hija...Hasta mañana', dijo. Escribo ahora estas palabras en Google: detenido Pedro Román aeropuerto de Málaga. Y Google me devuelve grandes titulares en los principales periódicos de este país.”

Raquel Rivera, periodista local en SER Málaga

Buzo en campos de golf: “Encontramos hasta palos arrojados por jugadores cabreados”

“Recuperamos las bolas de golf del fondo de los lagos que están situados estrategicamente en los campos para dificultar el juego. Una vez recogidas, las bolas se lavan y se seleccionan para volver a venderlas, y es positivo para el medio ambiente. La búsqueda de bolas puede ser divertida, aunque depende del estado del lago... Entre otras cosas, encontramos palos de golf que los jugadores arrojan enfadados despues de un mal golpe”.

Pablo Pascual, director gerente de Second Ball

Tatuador: “No soy ni un bruto ni un borracho”

“Ser tatuador profesional es muy difícil. Se requiere talento y te encuentras con muchos prejuicios. Pero, sobre todo, te tienes que ganar el respeto del sector poco a poco, y no vale con salir en televisión porque has tatuado a cuatro futbolistas. Ese perfil no representa ni el estilo de vida ni la esencia de este arte”

Alfonso Ramos, La Mano Zurda

“Antes se creía que los tatuadores éramos gente de mal... ¡Brutos y borrachos! [risas]. Pero por suerte esta percepción está desapareciendo. Más bien somos artistas dentro de un mundo bohemio, rebelde e incorformista. Aunque creo que incluso esto está desapareciendo, porque ahora todo el mundo se tatúa. En realidad, es una profesion como otra cualquiera”.

Mario, Estudio Gran Omi

Bibliotecario: “Hacemos mucho más que mandar callar”

“Mucha gente tiene esa imagen de mujeres de mediana edad, con gafas y el ceño fruncido, cuyo mayor placer es llamar la atención a quienes entran en la biblioteca. ¡No somos tan así! Los bibliotecarios hacemos todo tipo de tareas, pero organizar actividades de animación a la lectura es lo que más nos gusta. Concursos, cuantacuentos o encuentros con autores nos permiten llegar a la gente de otra manera y romper el tópico”.

Iñaki Suso, encargado de la biblioteca pública de VIana (Navarra)

Conserje de colegio: “Nadie sabe dónde acaban mis funciones”

“Los niños y niñas pequeños piensan que el colegio es mío, algunos padres creen que tengo las mismas vacaciones que los profesores y los profesores dan por hecho que nunca me pondré enfermo, ya que ninguno lleva llaves. Me resultan agradables palabras como por favor o gracias y detesto hacer algo de la que vas”.

N.G.

Tanatopractor: “Me encanta este oficio”

“Devolvemos la naturalidad al difunto a través de suturas, técnicas de maquillaje o de conservación. Cuando explico que este trabajo es muy agradecido, la gente no me entiende, pero es cierto. Cuando los familiares ven que la preparación ha devuelto la tranquilidad al difunto te lo agradecen enormemente. También podemos colaborar con bancos de tejidos, extrayendo las córneas para trasplantes sin que se note. Puede parecer que no es la profesión que elegiría un niño cuando se le pregunta qué quiere ser de mayor, pero yo me he encontrado a muchas personas, sobre todo mujeres, que aseguran que esto es lo que siempre quisieron hacer. En mi caso, mi padre trabajaba en este sector y yo empecé hace más de 30 años. Es un oficio que me apasiona”.

Antonio Navarro, presidente de la Asociación Nacional de Tanatopraxia

Fotógrafa de Google Business View: “Sufro a empresarios anclados en los 70”

“Me dedico a la fotografía panorámica 360º en establecimientos y comercios. Mis clientes piensan que soy una fotógrafa más con una cámara especial, pero la realidad es que trabajo geolocalizando comercios y empresas para permitir visitas interactivas. ¡Provoco emociones! Trato con empresarios y pymes y advierto un déficit formativo importante entre los gestores empresariales en lo relativo a nuevas tecnologías y marketing online. Me parece increible, ya que son tan trascendentes para la supervivencia del negocio en el siglo XXI”.

Luisa Moyano, Panoramica

Redactor de argumentarios para televenta: “Enseño a actuar”

“Como argumentadores somos actores. Enseño a interpretar a la hora de dar una información. A manejar las pausas y enfatizar los conceptos positivos. Insisto a los vendedores en que deben hacer una pausa de tres segundos tras las palabras descuento y ahorro, para que el cliente las interiorice. Y no pienso en la llamada telefónica como en un tostón, sino como en una oportunidad que se le da a alguien para que conozca algo nuevo que le interesará”.

Jorge Rodiles, coordinador de telecentro dedicado a la venta de servicios

Enfermera de la UCI: “Cuando la familia te pregunta, tienes que averiguar qué es lo que ya sabe”

“Se tiene la imagen de que las enfermeras somos distantes. Sin embargo, en una unidad tan especializada como cuidados intensivos llegamos a tener un trato muy cercano con las familias. Es una posición delicada porque tenemos que tener muchísimo cuidado de no dar información que no haya dado ya el médico. Cuando la familia te pregunta, acabas siendo tú la que intenta sacarle qué información tiene. Luego, cuando perdemos a un paciente, aunque te agradecen el esfuerzo, se les adivina cierta decepción, como si pensaran que tú ya sabías que ese iba a ser el desenlace. Y no, no lo sabía. Al contrario, es muy gratificante cuando los pacientes dejan la UCI, nos regalan pasteles e, invariablemente, dicen “tomadlos a mi salud”.

Natividad, enfermera especialista de la UCI en un hospital público.

Especialista de cine: “Tengo tanta adrenalina en el trabajo que me equilibra la vida”

“Los especialistas, debido a nuestro trabajo, tenemos que pelearnos, dispararnos, pegarnos fuego, saltar de edificios, conducir con violencia e incluso tener accidentes espectaculares con los coches... Pero este derroche de adrenalina hace que en la vida cotidiana seamos gente muy tranquila, pacífica y razonable. ¡Y conducimos con muchísima precaución!”.

Ángel Plana, especialista de cine y director de la Escuela de Especialistas de Cine