El aliento infantil que sostiene la mina
Trabajar bajo tierra es la única forma que tienen decenas de niños bolivianos para ganarse la vida, aun a costa de ponerla en peligro
A una altura de 4.702 metros, en Potosí, Bolivia, niños y niñas se juegan la vida bajo tierra. Las minas del Cerro Rico son un laberinto volátil de parédes frágiles y repletos de burbujas de gas que los trabajadores deben sortear a diario. Pero tal como explica una chica minera en estos extractos de Minerita, de Raúl de la Fuente, es de las pocas maneras de ganarse la vida en esta parte del mundo. El documental ha ganado el premio Goya al mejor cortometraje este año. Puede ver más sobre la cinta aquí.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.