Amores que matan
Hace un año que Maduro “conduce” los designios de Venezuela. Para muchos venezolanos más que una celebración, será un sepelio. Entretanto, el Ejército venezolano va admitiendo “algunos excesos” mientras investiga a un centenar de militares y policías “por tratos crueles y torturas”. En esa situación, con la mitad de la oposición encarcelada, y con decenas de muertos por la represión, Maduro se atreve a decir: “He tratado con amor al pueblo de Venezuela”, pero le ha faltado añadir que hay amores que matan.
Maduro, en tan solo un año, ha cumplido el sueño bolivariano de lograr que todos los venezolanos sean iguales… en pobreza. Conseguir hoy, en muchos lugares de Venezuela, un rollo de papel higiénico es poco menos que imposible. Editar un periódico de más de cuatro hojas, impensable. Conseguir un vuelo para salir, una odisea.
Así está Venezuela enclaustrada por la limitación de las libertades políticas e individuales. Si en tan solo un año ha logrado todo esto, qué no será capaz de hacer en unos cuantos más, suponiendo que no se resista a hacer algún cambalache para perpetuarse en el poder.— José María Lorente Hernandis.
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