‘Material gastable’
Durante la II Guerra Mundial el pueblo norteamericano solía utilizar la expresión “material gastable” para referirse a sí mismo, significando que ante el esfuerzo bélico lo importante era la victoria y que la vida y los esfuerzos de las personas estaban supeditadas a ese fin supremo.
Aquí parece claro que vamos camino de ser, o de volver a ser, un país de primera, pero habitado por ciudadanos de segunda. La evolución de la prima de riesgo reconoce que España como país es más fiable, pero la subida de impuestos, la bajada de salarios, la pérdida del valor de las viviendas —principal si no único patrimonio familiar— y el recorte de las prestaciones sociales han empobrecido a la ciudadanía a una velocidad de vértigo. Por no hablar de los millones de marginados, de los que no tienen empleo y de los que no lo tendrán nunca.
Ahora el FMI, y supongo que el resto de los sesudos organismos que se ocupan de las finanzas globales, ha declarado que hay que continuar precarizando a la sociedad española, que hay que subir el IVA (el impuesto menos social, pues paga lo mismo el pobre que el millonario) y que hay que profundizar en la siniestra reforma laboral. Somos números, importamos poco, solo nos consideran a la hora de votar y gracias. Nosotros somos también “material gastable”, pero a nuestro pesar; y nuestro sacrificio no va a ser para ganar la guerra a los dictadores, sino para que otros se sigan forrando y para que a nuestros políticos se les llene la cara de satisfacción cuando Angela Merkel o Christine Lagarde, a las que no entienden una palabra, les pasen la mano por el lomo.— Álvaro Bartolomé.
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