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Columna
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Salir en la tele

Lo que esperamos de esta intervención es que sea muy criticada porque no dijo nada

Juan José Millás

A ver si se enteran los críticos: el objetivo de Rajoy al salir en la tele no era otro que el de salir en la tele. ¿Qué creen ustedes que dicen los niños al día siguiente, en el colegio, al hijo del entrevistado: tu papá no dijo más que tonterías o tu papá salió ayer en la tele? Tu papá salió ayer en la tele, evidentemente. Los niños, que son el diablo, saben que la tele es el medio y el fin. Se sale en la tele para salir en la tele. Los asesores de Rajoy se lo dejarían bien claro: No se meta en líos, Presidente, vamos a Antena 3 para salir en la tele, no para comunicar asuntos de interés, ni para establecer compromisos, ni para transmitir confianza. Si hace alguna declaración importante, en vez de salir de la tele, habrá sobresalido de ella, lo que a corto y medio plazo, crea efectos catastróficos. A Zapatero le volaron la T-4 al día siguiente de sobresalir en la tele en vez de limitarse a salir en ella. Aprendió la lección: después de aquella experiencia, siempre que va a la tele se limita a salir.

Es cierto que hay gente que sale en la tele para no salir en la tele, lo que requiere una inteligencia diabólica, como casarse para seguir soltero o suicidarse para evitar la muerte. De hecho, no se sabe de nadie que haya logrado suicidarse sin morir o salir en la tele sin salir en la tele. ¡Cuidado, pues, con esos cantos de sirena! Si usted va a la tele, es para salir en ella como uno más de los que salen de la tele: un tipo del montón, un concursante de Pasapalabra, por ejemplo. Y nos conformamos con una audiencia media, la propia de un registrador de la propiedad o de un notario. Usted debe comportarse como el arquetipo de los que en las encuestas no saben, no contestan. Lo que esperamos de esta intervención es que sea muy criticada porque no dijo nada. Se trata de salir en la tele para salir en la tele.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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