‘Farmacia de guardia’ contra ‘Aquí no hay quien viva’
Los chascarrillos de los vecinos de Desengaño 21, con el 58,6% de los votos, vencen a las cuitas de la botica de Antonio Mercero (41,4%)
La comedia de la factoría de José Luis Moreno, sucedida en la pantalla por La que se avecina, ha impuesto su humor corrosivo al más suave de la entrañable Farmacia de Guardia, del gran Antonio Mercero, a quien debemos también Verano Azul.
Farmacia de guardia
Rosario G. Gómez
Parecía una inocentada pero no lo era. El 28 de diciembre de 1995, y después de 169 capítulos, Antena 3 cerraba sus puertas, en pleno éxito, Farmacia de guardia. Era la primera gran serie de las televisiones privadas y todavía hoy tiene en su poder el récord de audiencia para una serie: 11,5 millones de espectadores. Con un tono de comedia costumbrista, la maestría de Antonio Mercero fue trenzando las peripecias cotidianas de una botica de barrio regentada por la licenciada Lourdes Cano (Concha Cuetos), una mujer separada del seductor y un poco holgazán Adolfo Segura (Carlos Larrañaga), con tres hijos: Isabel, Quique y Guille.
La farmacia era el punto de reunión del vecindario, una mezcla de consulta de psicólogo y corrala de chismorreo donde que todos acudían a intentar resolver sus problemas o airear sus cuitas. El malhumorado sargento Romerales (Cesáreo Estébanez) y la paciente María de la Encarnación, la pareja de policías que patrullaba por el barrio; el camarero Chencho (Ángel Pardo); la ingenua manceba Pili (Maruchi León), o Sandra, la chica de la casa de alterne ‘La gata con botas’ se convirtieron en personajes familiares.
Aunque le costó arrancar, la serie fue ganándose poco a poco a un público que se veía reflejado en las situaciones cotidianas de las tramas. Mercero exprimió un fino humor, a imagen y semejanza del que destilaban las exitosas telecomedias estadounidenses (“Juzgado de guardia” fue un referente) y supo también sensibilizar a los espectadores sobre problemas de calado, como el racismo o el sida.
Por la botica más famosa de la televisión pasaron más de 500 actores, entre ellos Amparo Rivelles, Fernando Fernán Gómez. Lola Flores, Narciso Ibáñez Menta y Alberto Closas. Para Mercero, Farmacia de guardia significó “un lustro inolvidable” al que vivió “felizmente esclavizado”. Para Antena 3 fue una farmacia de oro (la serie se vendió a una veintena de países) y para el sector audiovisual representó un experimento que contribuyó a renovar la telecomedia y, por extensión, la ficción nacional.
Aquí no hay quien viva
Por Carmen Pérez-Lanzac
Cualquier persona que haya asistido alguna vez a una reunión de vecinos, a una auténtica reunión de vecinos patria, habrá sufrido un golpe de lucidez: ‘esto ya lo he visto antes… en Aquí no hay quien viva”. La serie retrató fidedignamente el ambiente ruin, los orgullos vergonzantes y los pullas que vuelan como dardos en las juntas de propietarios (aunque en la serie se colaba algún alquilado). Unos odiaban la serie, que se les hacía chabacana. A otros, les conquistó el corazón y las carcajadas.
En la comunidad de la calle Desengaño, número 21, conocimos a su portero, Emilio Delgado (interpretado por Fernando Tejero) y a su padre, Mariano (Eduardo Gómez Manzano), cuyos acentos no podían ser más distintos, pero nunca nos importó. Emilio, con sus ‘Un poquito de por favor’, nos conquistó a todos y se convirtió en el líder mediático de la comunidad. La pareja que formaba con Belén López (Malena Alterio) era brillante. Los perdedores audiovisuales casi siempre lo son.
Difícil de olvidar también al entregado presidente de la comunidad, Juan Cuesta (interpretado por José Luis Gil), a Isabel Ruiz (Isabel Ordaz), alias La hierbas, amante de todo tipo de plantas y potingues, y a Marisa Benito, interpretada por una actriz tan auténtica como ella, Mariví Bilbao, tristemente fallecida. En un episodio le dice a Belén (Alterio):
- A ti te va la marcha, ¿eh? Tu heredaras Radio Patio.
- No diga chorradas.
- ¡Si eres como yo! Eliges mal a los hombres, vives amargada y tienes poco pecho. Vamos a echar un trago de chinchón.
- Que yo no tomo chinchón por la mañana.
- Lo tomarás, lo tomarás.
Aquí no hay quien viva, de la factoría de José Luis Moreno, un día desapareció de Antena 3. Más tarde aparecería, esta vez en Telecinco, La que se avecina, que actualmente sigue en emisión y está preparando su séptima temporada. Antena 3 denunció por plagio a la nueva serie del equipo, pero el juzgado de lo Mercantil de Madrid determinó que aunque ambas ficciones "parten del hecho común de la problemática de las reuniones de vecinos y aunque el elenco artístico de actores es casi el mismo, eso no conlleva a un plagio en la obra, al no ser los papeles [que desempeñan los actores] el nervio de la serie”.
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