Al baño, Marías
Estoy en desacuerdo con los que dicen que utilizando la bañera se gasta más agua que usando la ducha. Hace años hice la prueba poniendo el tapón y duchándome. Resultado: la bañera a tope. Así que menos bobadas ecológicas. Gastaba más agua que con un buen baño con la bañera medio llena. Y ni comparación de relajación y placer. ¡Por no hablar de que el agua calentita evita durezas, calma el dolor de espalda…! Y todo en el mismo espacio y precio que una ducha grande.
Esto es como usar el lavaplatos o fregar a mano la vajilla. Con el aparato gastas menos agua y es más higiénico por la alta temperatura. Y menos jabón antiecológico (esto va por los puristas ecologistas que hablan sin comprobar las cosas). A ver si un escritor, o cualquiera, no va a poder darse un baño después de un día de intensa actividad. ¡Solo faltaba eso! Y… ¡al baño, Marías!
¡Ah! Y en la bañera se puede leer e incluso escribir. Yo hasta hago juegos de lógica, boli en mano. No hay color. Fijo que Javier Marías ha dado con un personaje, una idea o mil cosas para sus novelas mientras estaba a remojo. ¡Igualito que la ducha! ¡Ja!
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