Aló, estilista
Desde trucos para conseguir la perfecta barba descuidada hasta las claves del largo de la manga. Un grupo de expertos resuelve las dudas de los lectores.
Una cuestión de pieles
@JJPG308 (Twitter): ¿Son las pieles aptas para el género masculino? ¿En qué medida?
ETXEBERRIA
Diseñador. El trabajo con la piel es una de las señas de identidad de su marca. Entiendo que algunas piezas, como los abrigos de pelo largo, pueden resultar muy complicadas. Pero cada vez más hombres regresan al hábito ancestral que consiste en vestirse con pieles. Sobre todo en mercados como Rusia o Estados Unidos, donde he llegado a vender abrigos de barriga de zorro y hasta esmóquines de pitón. Pero, sin llegar a prendas tan excesivas, existen opciones perfectamente trasladables a la calle. En mi colección para este invierno propongo chaquetas que combinan lana con cuero o pelo. Son prendas que buscan generar un efecto de trampantojo: la piel se esconde dentro del propio abrigo y aparece en cuellos y mangas, de forma que no sabes si se trata de una o dos piezas. Las clásicas chaquetas de borrego son una alternativa poco arriesgada y permiten comprobar cómo se siente uno. En los setenta, los hombres llevaban visones, pero hoy es fácil sentirse ridículo si no se está acostumbrado o no se es un modelo de dos metros.
Un ansiado bolso masculino
Víctor Perla (correo electrónico): Dos móviles, la cartera, dos pares de llaves, las gafas de sol… ¿Hay vida más allá de la bandolera? ¿Existe una bolsa masculina que sea viril, funcional y encaje tanto con vaqueros y deportivas como con americanas?
GONZALO FONSECA
Diseñador de la firma de complementos. Steve Mono (www.stevemono.com). Con cortes y colores sobrios, la cartera de mano es una opción muy versátil y que tiene el tamaño perfecto para guardar una tableta, una tarjeta de embarque y todos los cachivaches que necesitamos a diario. Se le puede añadir una correa para llevarla colgada y pegada a la espalda, como los antiguos carteros. Que nadie levante la ceja: un hombre puede usar cartera de mano sin perder ni un ápice de masculinidad. Todo depende de la actitud. ¿Nunca han ido con un periódico o un libro en la mano? Pues esto es lo mismo. Los padres y abuelos de los que ahora tenemos entre 30 y 40 años utilizaban estas piezas y otro tipo de portadocumentos sin sentir amenazada su virilidad por ello. Para los reticentes, las bolsas shopping bag en canvas son una alternativa más asequible. Aunque de nuevo es el usuario quien marca la personalidad del complemento: al hombro resulta funcional; colgada del codo, femenina. Pero piensen que no hay nada peor que un hombre con los bolsillos de los pantalones y las americanas a reventar. Deforma la figura y el traje.
La ciencia de la barba
Jon Martín (correo electrónico): ¿Hasta dónde debe afeitarse la barba: hasta la nuez o hasta el cuello? Y ¿cómo debe cuidarse?
PEDRO CERDEÑO
Maquillador y peluquero. Esta temporada se imponen las barbas espesas y largas. Pero, como las cejas masculinas, deben estar cuidadas sin que se note. Los barbudos invierten más tiempo en acicalarse que los que van afeitados. Ridículo, pero cierto. Recomiendo dejarla crecer salvaje hasta donde llegue y limpiar los pelillos que queden sueltos con una maquinilla eléctrica. Aunque nunca se hable de ella, la parte superior de la barba es más importante que la que ocupa el cuello porque altera los rasgos faciales. Dependiendo de la forma de la cara, puede, por ejemplo, rebajarse un poco para marcar mejor los pómulos. Cada 15 días hay que recortarla y volver a darle forma con una tijera. No soy partidario de teñirla, las canas dan profundidad y sientan bien. Debe lavarse con champú y, al menos una vez a la semana, aplicar suavizante en las puntas para que no quede tan crespa. Puede que usted cultive un aspecto de tipo duro, pero le gustará que le besen, ¿no?
Ropa interior
@Dipordior (Twitter): ¿De dónde sale la moda de llevar ropa interior debajo del bañador masculino? Y, sobre todo, ¿por qué?
GOYO RODRÍGUEZ
Propietario de Sportivo, una de las tiendas más emblemáticas de Madrid. Es una moda muy extendida entre los más jóvenes que tienen al hip-hop como principal referente, aunque también imita el estilo de los surferos angelinos de los ochenta. Además, entronca de alguna forma con una de las tendencias que cobran más fuerza en Reino Unido y los países nórdicos: el black runner (corredor negro). Prendas elaboradas en tejidos técnicos, neutras y muy prácticas que sirven indistintamente para montar en bici e ir al trabajo: cortavientos, pantalones pitillo elaborados en tela de chándal y muchas cremalleras. Después de varios años en los que lo que se imponía era el estilo clásico y un tanto retro, ahora nos vamos al otro extremo: hacia un futurismo deportivo y urbano. Incluso en el aspecto musical: mandará la electrónica. Eso sí, hay que reconocer que los gayumbos bajo el bañador no cumplen el principal requisito de esta nueva corriente: el pragmatismo. ¡Cuánto deben tardar los chicos en secarse!
Calcetines
Carlos Tejerina (correo electrónico): ¿Cómo y cuándo pueden utilizarse los zapatos marrones? Y ¿cómo deben elegirse los calcetines cuando se va vestido de manera formal?
LLUIS SANS
Propietario de la 'boutique' de lujo barcelonesa Santa Eulalia. El duque de Windsor fue el primero que empezó a llevar calzado marrón con trajes azul marino en los años veinte, y a partir de ese momento se popularizó esta combinación. El zapato marrón solo debe llevarse de día y lo mejor es que no contraste demasiado con el tono del traje. Si se trata de un modelo de verano, más claro, puede escogerse un marrón mediano o un color whisky. El marrón claro es simplemente horrible. De noche solo son admisibles los zapatos negros. Con respecto a los calcetines, estos no deben ser del color del zapato, sino del pantalón, concretamente un tono más oscuro. Si el pantalón es azul, lo adecuado es que sean azul marino; y si el pantalón es azul marino, negros. En verano, de algodón 100%, y en invierno, de lana fría, espesos y, si se quiere, con canalé. Hay que desterrar los famosos ejecutivos. El calcetín tiene que ser alto siempre, porque si no al cruzar las piernas dejará un trozo de piel al descubierto. Y no hay imagen peor que esa. Por la noche se puede optar por modelos con la raya del canalé en rojo o verde si se busca un toque un poco inglés, chic. Pero, cuidado, hay que saber llevarlos. Un dandi es alguien que conoce perfectamente las reglas de vestir y decide transgredirlas en un punto pequeño, no un hombre que se las salta a la torera porque no las conoce.
Pantalones
Borja Clavijo (correo electrónico): ¿Llegará algún día a su fin la religión de los pantalones de pitillo y las chaquetas rockeras que instauró Hedi Slimane hace ya una década?
JOSÉ LUIS DÍEZ
Editor de moda de GQ.com. Definitivamente, no. Esta silueta definió los 10 primeros años del siglo XXI y tuvo una influencia tan marcada en el terreno musical que hubiese resultado casi imposible perderla totalmente de vista durante los próximos años. Pero es que, como en la vida y en la moda, Slimane siempre vuelve. Y ahora lo hace al frente de Saint Laurent reivindicando esa estética afilada que tanto le gusta. Así que, antes incluso de que haya tenido tiempo de irse, el pitillo ya ha vuelto. Es cierto que se percibe cierto hartazgo: es la prenda perfecta para que te roben porque marca todo lo que llevas en los bolsillos: desde el móvil hasta el DNI. Aunque, pensándolo bien, a ver quién consigue quitarte algo sin que lo notes. Para los que buscan otras opciones compatibles con la respiración, esta temporada se impone el estilo deportivo: Versace propone pantalones muy anchos y masculinos; y Burberry, miembro hasta ahora de la liga Slimane, apuesta por un modelo con la boca de la pernera mucho más estrecha que la de un traje, sin llegar a los niveles de pitillo. En el apartado de prendas de abrigo, las parkas y sudaderas, como las que presentó la firma francesa Carven, puede que no destaquen por su originalidad, pero al menos rompen con la dictadura de la chupa de cuero.
Pajarita
Luis Santoveña (Twitter): ¿Qué es mejor para acompañar un traje: corbata o pajarita?
LANDER URQUIJO
Sastre (www.landerurquijo.com). Tiene tienda en Madrid, Bilbao y París. Con un esmoquin, siempre pajarita. Para un chaqué, corbata. Pero el traje o la americana admiten ambas indistintamente. Todo depende del momento y del atrevimiento del hombre. Antiguamente, los trajes eran muy rigurosos y pesados, con varias capas de entretelas para cubrir las carencias de patronaje. Pero ahora los profesionales buscan prendas ligeras, fáciles y prácticas en tejidos innovadores. Looks más desestructurados donde las pajaritas, que son tendencia absoluta, o los pañuelos pueden sustituir a la corbata. O en el caso de estos últimos, complementarla: para las ceremonias es mejor llevarlos rectos y nunca en la misma tela que la corbata, con la que sí pueden compartir algún color. Otros consejos que suelo darles a mis clientes son: llevar siempre desabrochado el último botón de la chaqueta, asegurarse de que la manga de la americana deje ver un centímetro del puño de la camisa y que el pantalón no apoye en el zapato, porque al arrugarse acorta la figura. Son pequeños detalles que, junto a un buen calzado, marcan la diferencia entre ir bien vestido e ir muy bien vestido.
Remangarse
Manuel Martínez (correo electrónico): ¿Hasta dónde deben remangarse las mangas de la camisa? Leí que debían quedar por encima del codo, y que quienes dejaban de darle vueltas justo por debajo eran hombres que terminaban de hacerlo todo en la vida demasiado pronto.
JOSIE
Periodista de moda (www.josie.es) y estilista. Director del máster de Especialización en Estilismo de Moda del Istituto Europeo di Design (IED Madrid). Esta cuestión se ha convertido en el equivalente masculino al lenguaje del abanico. La longitud del remangado define el tipo de hombre que es uno dentro de ese amplísimo espectro que va del jock (abusón) al nerd (pardillo). La clave está en la parte del cuerpo que se enseña y que tanto habla del hombre que lleva la camisa: su antebrazo. Si este es turgente, ultravenoso y de buen ver, permite mayor longitud de remangue. Aunque nunca hay que salirse del antebrazo. Enseñar bíceps queda reservado a iconos como Danny Zuko, de Grease, o Brandon Walsh, de Sensación de vivir. Pero traspasar este punto de inflexión –nunca mejor dicho– es cruzar una delgada línea roja que desemboca directamente en el estilo rockabilly.
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