El retorno de la censura

Un funcionario del Ayuntamiento de Barcelona (director de Patrimonio y Museos) ha prohibido la grabación de unas secuencias de la serie televisiva Isabel en un edificio público alegando que no estaba de acuerdo con el contenido del guion.

Cuando se cumple medio siglo de la abolición de la censura previa, la actuación de este funcionario es un claro ejemplo de que las cosas no han cambiado tanto desde entonces, como dicen.

Es una prueba de que estamos viviendo un tiempo de retroceso; que sin darnos cuenta, poco a poco, nos van escamoteando el terreno con tanto esfuerzo conquistado. Y en casi todos los asuntos de la vida.

Lo que más me ha sorprendido, lo que verdaderamente me preocupa, es que ninguna voz se haya alzado contra el funcionario censor. (Faltaría a la verdad si ocultara que la Madrid Film Commission sí ha mostrado su desacuerdo con la medida castradora). Pero nadie más. Ni productores, ni directores, ni guionistas, ni actores, ni federaciones, agrupaciones, uniones.

Esto es lo verdaderamente grave, ese conformismo ante lo que nos están haciendo. Es como si se hubiera impuesto lo que César Vallejo describió así: “¡Más valdría, francamente, que se lo coman todo y qué más da!”— Pere Costa Musté.