_
_
_
_
EL DEBUT
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Harry el pulcro

El hijo de Clint Eastwood, con las facciones cinceladas de su padre, que no lo reconoció hasta 2002, reaparece como modelo y actor con las ínfulas de la masculinidad clásica.

Tom C. Avendaño
Scott Eastwood
Scott EastwoodJason Merritt

¿No existen ya muchos hombres como él?

El hijo de Clint Eastwood, de 27 años, se plantó esta semana ante el imaginario colectivo, con las facciones cinceladas de su padre e idéntica facilidad para perder la mirada en el horizonte en gesto de categórico dominio sobre el universo. Tenía también un puro entre los dientes y un discurso en el que explicaba que había sido albañil y camarero antes de realizar otros trabajos físicos; que ahora es actor y surfero; y que destila su propio whisky a partir de las aguas que pasan por la casa de su padre. Le quedaron, en definitiva, pocos tópicos de los que valerse para definirse como la encarnación de la masculinidad clásica en el siglo XXI. “Quiero ser todo un hombre. No una de esas estrellas del pop amaneradas”, decía, no fuera que le traicionara la sutileza. La táctica le salió bien. La sesión de fotos que ha realizado para la revista Town and Country le convirtió, a partir del miércoles, en uno de los hombres más comentados en Internet.

Si va de actor, ¿por qué debuta como modelo?

En realidad, lo único que tenía que hacer Scott Eastwood para que llegara este momento era esperar. Este año estrenará su primera película como protagonista —una variación del género surfero titulada The perfect wave— y en 2014 aparecerá en su primera gran producción, Fury, junto con Brad Pitt. Pero hacerse conocer por sus papeles y no por su cuenta hubiera sido desperdiciar las oportunidades que tiene de ser un arquetipo moderno. Primero, porque su cara es la mezcla perfecta entre la clásica fisionomía de su padre y las facciones de efebo pulcro que se les exigen a los hombres en la actualidad, lo cual le da una imagen de atávica e inevitable masculinidad. Y segundo, porque hubiera arruinado el factor sorpresa de su existencia.

Pero ¿Clint Eastwood no tenía a todos sus hijos colocados?

Si Scott no actúa como el hijo de Clint Eastwood es porque no lo fue durante gran parte de su vida. Su padre lo concibió, a él y a una hermana, durante una infidelidad con una azafata llamada Jacelyn Reeves y renegó de la existencia de ambos hasta 2002. Entonces les permitió usar su apellido y hasta le dio papeles menores a Scott en sus películas. Scott entonces actuó con astuta paciencia, ausentándose del reality que protagonizaron sus hermanastras y esperando a que pasara el debut de su otro hermanastro, Kyle. Ha esperado hasta ahora, cuando el apellido Eastwood había desaparecido de sus titulares, para el hijo de Clint más hijo de Clint del mundo: el sucesor de Harry el Sucio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Tom C. Avendaño
Subdirector de la revista ICON. Publica en EL PAÍS desde 2010, cuando escribió, además de en el diario, en EL PAÍS SEMANAL o El Viajero, antes de formar parte del equipo fundador de ICON. Trabajó tres años en la redacción de EL PAÍS Brasil y, al volver a España, se incorporó a la sección de Cultura como responsable del área de Televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_