Facilitar la creación de empresas
Soy administrador de una empresa familiar catalana fabricante de maquinaria para hacer hielo. Hemos decidido ampliarnos e instalar una fábrica de cubitos de hielo en Castellbisbal (Barcelona). El coste entre tasas y gastos se aproximaba a los 20.000 euros. La Administración no te lo pone fácil. El coste del alquiler de la nave (de propietarios privados) era elevadísimo. Mi tarea como empresario es hacer crecer empresas que generen actividad, que muevan “la rueda” de la economía, que generen empleo. No se puede arriesgar inútilmente.
Por todas estas razones decidimos instalar la fábrica en Zaragoza (donde las tasas no llegan al 20% de las catalanas) y, desde allí, abastecer a Catalunya. La nave tiene el doble de superficie, es de mucha mejor calidad y el coste del alquiler la mitad.
Soy nacido en Argentina (tengo 63 años), soy abogado en ejercicio en España y en Argentina y tengo empresas en Catalunya desde hace más de 10 años. Siempre he sido excelentemente tratado y me he sentido muy cómodo en esta tierra. Por simpatía con la historia y cultura catalana, voluntariamente, he aprendido el idioma catalán, como igual lo habría hecho con cualquier idioma autóctono.
Solo cuento mi caso. Desconozco si hay un éxodo de empresas de Catalunya y mucho menos si ello se debe al “proceso soberanista”, pero creo que las energías y esfuerzos deben ser bien orientados al trabajo propio, a crecer. Hay que olvidarse de victimismos y reconocer los errores. Creo que es conveniente abrirse al mundo y no cerrarse en pequeñas parcelas (Borges lo llamaba “provincializarnos”).— Roberto Gutiérrez González.
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