La crisis en Egipto
Me lleno de tristeza cada vez que empiezo a leer el periódico de lo que es y lo que pudo ser Egipto con el primer presidente elegido democráticamente y el primer islamismo tolerante y democrático gobernando el gran país del Nilo.
Pero algunas veces la tristeza se me vuelve rabia al ver cómo líderes y medios de Occidente no llamaron desde el principio a esto golpe de Estado. Estados Unidos condena las matanzas, pero no quita las ayudas económicas al Ejército, a sus amigos los militares. Europa ahora se conmociona con las matanzas, pero el día del golpe no dijo nada, y quizá en el fondo estuvo realmente contenta por haberse quitado de en medio a esos islamistas. Da igual que representen la voluntad del pueblo egipcio elección tras elección, da igual que sean la versión más tolerante y democrática del islamismo político, son al fin y al cabo islamistas.
A nadie se le escapa que los Hermanos Musulmanes han cometido muchos errores, pero tampoco nadie con unos mínimos valores democráticos sabe que los que tienen que quitarlos del Gobierno son los egipcios con su voto. Lo que ha vuelto al país árabe es lo que han venido viviendo las últimas décadas los egipcios y que en España nos trae tantos recuerdos y ninguno bueno, su nombre no es otro que dictadura militar, los militares han vuelto y lo han hecho para quedarse.— Nicolás Cordero. Sevilla.
El sangriento desalojo por parte del Ejército de la acampada en la plaza ocupada por los Hermanos Musulmanes en El Cairo, es la esperada consecuencia del golpe militar del pasado 3 de julio que depuso al presidente islamista Mohamed Morsi.
Aunque el golpe del general Al Sisi ha recibido ya el pleno respaldo de los Estados Unidos, que lo ha justificado como un paso hacia la restauración de la democracia, lo cierto es que, desde primer momento, se sabía que la consolidación del Gobierno provisional iba a depender de la actitud que adoptase la cofradía (hermandad) islamista.
Hasta ahora, los Hermanos Musulmanes, se habían limitado a exigir la liberación de Morsi y su vuelta al poder. Pero a partir de ahora, ante la respuesta del Ejército, los partidarios del depuesto presidente o bien adoptan una estrategia de guerra civil como en Siria, o bien retornan a la semiclandestinidad en la que han supervivido desde su fundación en 1928.— José Morales Martín. Palafrugell, Girona.
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