¡Qué difícil nos lo ponen!
Me gustaría exponer la injusticia que la DGT está llevando a cabo con las 1.700 personas que en todo el país llevan desde finales de 2010 queriendo terminar el proceso de formación para la obtención del certificado de profesor de educación vial. Supuestamente, no debería haberse demorado más de un año y medio, pero hoy día llevamos más de dos años y medio con la misma incertidumbre que el primer día.
El colmo de los colmos ha sucedido estos días. Se ha suspendido nuestra última fase de formación que consistía en un curso de 10 semanas en el cual debíamos abandonar nuestros trabajos, familias y vida, y organizarnos para afrontarlo lejos de casa. Ya habíamos buscado pisos para compartir, e incluso hay mucha gente que ya ha pagado los 2.000 euros que vale el curso. Para más inri, creo que estaremos sumergidos en esta incertidumbre por un largo periodo de tiempo.
No hay derecho a que, después de esta época que nos toca vivir, nos lo sigan poniendo tan difícil para continuar.— Pascual Méndez Méndez.
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