Derecho a protegernos

Leyendo el artículo de Santiago Roncagliolo La izquierda y la izquierda, del 24 de marzo, me vienen a la cabeza varias reflexiones. Me da la sensación de que todo lo que hacemos en esta crisis es dar vueltas sobre el mismo punto sin avanzar. Podemos echar la culpa de la crisis a la izquierda, a la derecha, a la banca, a la burbuja inmobiliaria, a la especulación. Pero la razón fundamental de esta situación ha sido el desprecio al trabajo. Desde hace 30 años pensamos que lo más meritorio es conseguir dinero comprando y vendiendo más que aportando valor personal a lo que hacemos, y de esta cultura todos tenemos parte de culpa.

La forma honrada de tener dinero es trabajar. Llevamos años despreciando trabajos y delegando tareas. No dejo de oír “eso no lo hagas tú, subcontrátalo”; parece que subcontratar es que todo salga como por arte de magia. Necesitamos tejido productivo, ya sea con actividad pública o privada. Y el Estado debe favorecer que esa producción sea comprada prioritariamente antes que una extranjera. Suena proteccionista, pero ¿acaso no tenemos derecho a proteger nuestro futuro?, sobre todo si el fin es honrado.