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Recetas de cuento

Una alimentación variada es indiscutible, aunque llegue a ser un reto. Evocar a Blancanieves o Caperucita es la solución para hacer la comida apetecible.

Las estadísticas más recientes confirman un alarmante aumento de la obesidad infantil, hasta el punto de que uno de cada cuatro niños españoles ya la sufre. Los dos pilares básicos para conseguir unos niños sanos son una alimentación variada y equilibrada y ejercicio físico. No hace falta ser un talibán de lo sano y eliminar del todo los dulces o los caramelos –algo que puede resultar incluso contraproducente, generando aún más atracción por el alimento prohibido–, pero sí asegurarse de que su consumo es anecdótico dentro de una dieta rica en alimentos frescos, verduras, carbohidratos en forma de cereales integrales y frutas, y proteínas y grasas en forma de leche, yogur, queso o aceite de oliva (siempre que sea posible, en crudo). Para dar un empujoncito a los niños más reacios a probar alimentos verdes, la dietista y coach nutricional Laura Kohan aconseja convertirlos en pequeños agricultores, aunque sea en un balcón, “haciéndoles partícipes del proceso de crecimiento de vegetales como lechugas, acelgas, rábanos, tomates cherry o guisantes, que crecen rápido y no necesitan mucho espacio”. Kohan se inclina también por ser muy creativos con la presentación de los platos, los divertidos y coloristas bento japoneses pueden ser una buena fuente de inspiración igual o más que jugar con los nombres de las recetas para evocar sus cuentos favoritos. Kohan sugiere instaurar el pacto de “al menos un bocado” de cara a los nuevos alimentos: “Si no le gusta”, matiza, “no tiene por qué comérselo, pero así al menos tendremos más oportunidades de librarnos de sus prejuicios sin crearle una animadversión irracional por ese alimento o plato”.

Preparar las recetas deseadas en casa es una buena manera de asegurarse su calidad: un pastel casero con huevos de corral, azúcar moreno y harina integral es infinitamente más sano que uno industrial, lleno de grasas saturadas y azúcares refinados. Y además es una actividad familiar perfecta para pasar un rato divertido. ¿Qué más se puede pedir?

Pinchando aquí, vea distintas recetas caseras y creativas. Éxito garantizado con los niños.

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