Perspectiva
En España, de momento, los tratamientos del VIH son gratuitos

Mientras la realidad escupe a diario un panorama sin esperanza hay por debajo una melodía sutil que se muestra en noticias esquinadas a las que a menudo no concedemos importancia. Pero la tienen. Tiene importancia, aún no se sabe cuánta, que a una criatura de Misisipi, tras haber comenzado a ser medicada desde su nacimiento contra el VIH, haya borrado el rastro del virus. El hecho aún entra en la categoría de milagro porque los científicos que, reunidos en un congreso en Atlanta, escucharon el relato de esta inaudita curación piensan que hay todavía muchas incógnitas que despejar. No se sabe tan siquiera la razón por la que la madre dejó de medicar a la niña. ¿Carecía de seguro médico para pagar el tratamiento que en EE UU asciende a 6.000 dólares al año? La información, firmada por Emilio de Benito, entraba en detalles sociales que en el caso de una enfermedad cronificada como es el sida son esenciales.
Me chocó que hubiera comentarios a la noticia porque hay informaciones sobre las que, francamente, poco se tiene que opinar, dado que hasta los expertos oscilan entre la esperanza y la duda. Pero maravillada por el hecho de que el público siempre encuentra algo que decir, eché un vistazo. Varios lectores afeaban al periodista que hubiera alineado a España entre los países ricos: ¡con la que está cayendo!
La crisis ahoga de tal manera que hace perder perspectiva. En España (de momento) los tratamientos del VIH son gratuitos. Pero no es casual que la melodramática Mariló Montero (TVE) le preguntara a la directora de Unicef: “¿Tenemos ya que dejar de hablar de África, negritos y hambre para hablar de España, blanquitos y hambre?”. A lo que Paloma Escudero, que, por cierto, iba a hablar de esos dos millones de niños que en nuestro país viven bajo el umbral de la pobreza, contestó serenamente, “España no es África”.
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