Aclarar dudas, o desmontar mitos
La escena más conocida del documental americano Gasland muestra un grifo de agua ardiendo. Este plano, efectista y mil veces reproducido, se ha convertido en el “símbolo” anti-fracking o fracturación hidráulica. Pocos saben o han querido saber la verdad: que el metano contenido en el agua es biogénico, es decir, similar al que se produce en los vertederos de residuos sólidos urbanos.
El fenómeno era bien conocido antes de que comenzara el desarrollo del gas de esquisto en la región y no tiene nada que ver con la técnica del fracking. Así lo ha reconocido la autoridad estatal encargada de supervisar el aprovechamiento de los recursos naturales en Colorado (https://cogcc.state.co.us/library/GASLAND DOC.pdf).
La lista de noticias erróneas, basadas en mitos, temores o informaciones incompletas que apuntan a la fracturación hidráulica como responsable de todos los “males” o fenómenos geológicos varios es, lamentablemente, larga. El continuar asociando los seísmos producidos en la región de Torreperogil (Jaén) con el fracking cuando no se está utilizando la técnica en España demuestra, una vez más, que tenemos que introducir racionalidad en un debate marcado hasta ahora por las pasiones y el desconocimiento.
Países como Reino Unido, Alemania, Holanda o, a escala europea, la Comisión Europea, han llevado o están llevando a cabo rigurosos estudios liderados por expertos independientes para esclarecer cualquier duda respecto a los proyectos de exploración de gas de esquisto. Este es el camino que España debería seguir. Ha llegado el momento de abrir un debate serio, honesto y transparente. Basado en hechos científicos contrastados y no en la desinformación.— Mónica V. Cristina. Portavoz Shale Gas España.
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