Cambiar de gestión, no de gestor
Cuando una tienda no vende, baja los precios. De esa manera, aunque no gane tanto, al menos gana algo y saca el stock, además la tienda se mantendrá abierta más tiempo.
Algo tan básico parece ser muy difícil de entender por nuestro Gobierno. Si quiere recaudar más dinero o al menos algo de dinero, sin acabar con el país y suicidarse políticamente, sería mucho más lógico bajar los impuestos a los que menos tienen para así animar a pagar y acabar con el fraude fiscal.
Lo mismo puede decirse con relación al transporte público. Si quieres que se use más, baja el precio del billete y más gente viajará en metro y se podrán mantener más puestos de trabajo.
Facilita y abarata los trámites para crear empresas y/o negocios, así como para ser autónomo. Lucha contra la corrupción y el fraude de cargos públicos de la forma más sencilla, como se hace con los niños, encerrando a los corruptos en la cárcel hasta que devuelvan lo robado y con el castigo cumplido. Si la gestión pública es rígida e ineficaz, cambia de gestión, no de gestor.
Simplemente con conseguir que las instituciones hagan bien su trabajo ya tendríamos la mitad del problema resuelto.
Por favor, un poco de sentido común.— Flavia Bernar Solano.