Asesinatos selectivos
La Administración Obama debería escribir las pautas antiterroristas y el mundo debería verlas
La Casa Blanca (...) está desarrollando reglas sobre cuándo matar a los terroristas en el mundo. Puede que el mundo no llegue nunca a conocerlas, dada la proclividad de la Administración Obama a un secretismo innecesario en lo referente a su política de seguridad nacional. Pero el intento mismo es un primer paso hacia el reconocimiento de que cuando el Estado mata a gente lejos del campo de batalla, debe actuar dentro de pautas formales basadas en el imperio de la ley —especialmente cuando la vida de un ciudadano estadounidense está en juego.
Durante ocho años, Estados Unidos ha llevado a cabo, aunque nunca lo reconociera oficialmente, un programa para matar a terroristas vinculados a Al Qaeda y los talibanes, lejos del campo de batalla de Afganistán. (...)
Proporcionar un margen amplio para matar sería peor que inútil. Toda regla debe especificar que nadie puede ser asesinado a menos que planee o participe activamente en el terror, o ayude a dirigir a Al Qaeda o los talibanes. La recaudación de fondos para los grupos terroristas, o grabar cintas instando a otros a matar, no justifica el asesinato, como tampoco una amenaza o una revuelta contra de otro gobierno. Asesinar debe ser un último recurso, cuando se pueda demostrar que la captura es imposible. Las normas para evitar el asesinato de inocentes que puedan encontrarse cerca deben ser detalladas y minuciosas.
(....) Obama ha reconocido la necesidad de poner en pie una “arquitectura legal”, “para asegurar no solo que yo me contengo sino que cualquier presidente también se contenga.” (....)
Nueva York, 29 de noviembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.