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Columna
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La ‘paga escoba’

Un cuarto de millón de personas sobrevive con la renta de inserción. El Gobierno va a reducir el número de beneficiarios

Joaquín Estefanía

El último eslabón de protección que les queda a algunos centenares de miles de personas antes de caer del todo en la fase de pobreza y exclusión social es la paga escoba de 420 euros, durante seis meses, que les proporciona el Estado en determinadas condiciones (por ejemplo, que los ingresos totales de la unidad familiar no superen el 75% del salario mínimo interconfederal). En la sangría de recortes sociales en que está inmerso el Gobierno, también esa paga escoba está en peligro.

Creada en agosto de 2009 por el ministro de Trabajo Celestino Corbacho, cuando la crisis económica ya enseñaba sus garras (aunque todavía era imposible diagnosticar su profundidad y duración, y la llegada de una segunda recesión casi consecutiva a la economía española), se ha prorrogado en cinco ocasiones. Si hay nueva prórroga —la segunda del PP—, habría que aprobarla por decreto y entraría en vigor durante el mes de agosto.

La paga escoba de 420 euros fue creada en 2009, cuando la crisis económica ya enseñaba sus garras

Existen tres opciones: su prórroga, en las mismas condiciones que las anteriores; su desaparición, dejando a un cuarto de millón de personas más o menos sin este último factor de protección, y su reforma con recorte, achicando el universo de los ciudadanos que se acogen a ella mediante el método de multiplicar las condiciones que hacen falta. Habría una cuarta, que es reducir el monto de los 400 euros, pero parece demasiado miserable.

Después de la intervención de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, en la comisión correspondiente del Congreso, la semana pasada, parece deducirse que habrá prórroga con ajuste, para evitar que los más de 25.000 ciudadanos que todos los meses exigen la paga (parados de larga duración) sean menos. La ministra no dijo nada del futuro de los que se quedarán fuera. Según los portavoces de la oposición, en los Presupuestos del año en curso correspondientes al Inem no hay dotada ninguna cifra para esta paga escoba de la segunda parte del ejercicio (asciende a unos 300 millones de euros en total). Bien es cierto que el punto de déficit que ha relajado la UE para España (en lugar de un 5,3% del PIB, un 6,3%) da una cierta holgura para que se pague.

Debido al empeoramiento de la coyuntura y a los estropicios que en materia de despidos colectivos sin pactar está causando la nefasta reforma laboral del PP, los porcentajes de desempleo van a seguir incrementándose y va a empeorar la estructura del mismo: aumento de los parados de larga duración, mayor afectación del paro al segmento de asalariados de media edad y reducción del porcentaje de protegidos por esta pata del Estado de bienestar. Un indicador adelantado del comportamiento del mercado de trabajo suele ser las solicitudes de alta en el seguro de desempleo. Pues bien, en el mes de mayo, esas solicitudes habían aumentado un 34% respecto al mismo periodo del año anterior. Compárese con lo sucedido en mayo de 2011 respecto a mayo de 2010: se habían reducido alrededor del 15%.

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