Un videojuego para ser Ban Ki-moon, y otros vínculos que me gustaron

- El pasadojueves la FAO anunció una nueva subida en el precio de los alimentos básicos, que por octavo mes consecutivo pulveriza cualquier marca anterior. Para quienes crean que este es un castigo caído del cielo, les sugiero que lean esta pieza de Alex Evans sobre los efectos del bioetanol en la escalada del precio del maíz. Mientras el hambre se propaga como una peste por América central y otras regiones, EEUU destina el 40% de su producción de maíz a alimentar motores. Y todocon el apoyo entusiasta de la Administración Obama, ese presidente que puso en marcha Feed the Future.

- Irene Milleiro escribe el blog activista Con los pies en la arena, que aborda los asuntos de manera informada y refrescante. La pasada semana colgaba esta estupenda entrada sobre las exportaciones españolas de munición a Ghana (nada menos que20 millones de cartuchos en 3 años). Según el Ministerio de Comercio se trata solo de cartuchos para caza y tiro deportivo, pero esa respuesta deja al lector ante dos posibles opciones: o bien los ghaneses se han entregado con furor a las monterías y el tiro olímpico; o esa munición se desvía a países cercanos, varios de ellos en conflicto, incumpliendo las leyes internacionales sobre exportación de armas. Les adelanto que Irene y yo (y la Secretaria de Estado de Comercio, por lo visto) nos inclinamos por la segunda.

- La cita de la semana es del bueno de Howard Davies, dimisionario director de la London School of Economics, que aceptó una dádivas del clan Gadafi en nombre de la prestigiosa escuela: "Mi opinión personal es que eso no fue un error: no había sanciones por tener relaciones con el régimen libio, muchas compañías y organizaciones de este país las tienen". Exacto, Sr. Davies, muchos otros las tienen, pero eso no diluye la importancia del error, como prueba la persistente advertencia de alguno de los profesores de su casa. Al menos Davies ha dimitido, pero ¿a cuántos directivos de los bancos y las petroleras que han hecho negocios con Gadafi (y compañeros mártires) se les va mostrar la puerta? Algunas organizaciones, como Transparencia Internacional y el Center for Global Development proponen ideas para no cometer los mismos errores enla era post-revueltas.

- Finalmente, nuestra recomendación audiovisual de esta semana es un videojuego. Pero un juego de un contenido poco habitual y un título digno de Cuarto Milenio: El destino del Mundo. Ciencia real, consecuencias reales.Sus autores ofrecen al avezado jugador la oportunidad de enfrentarse a una verdadera crisis climática. "Las ciudades están bajo el agua... la población pasa hambre... y tú debes resolver la crisis...". De esta guisa se presenta el juego.Es posible que no tenga el sutil encanto de Call of Duty (cuyo objetivo, se lo juro, es volarles la cabeza a zombis nacionalsocialistas y arrasa entre los chavales), pero tal vez les apetezca jugar a ser Ban Ki-moon durante un rato.