La crisis multiplica por cinco las investigaciones económicas que realizan los detectives
Los servicios más demandados son la localización del domicilio de morosos
Los detectives privados no han escapado a los efectos de la crisis. La información cuesta, y renunciar a saber si la pareja es infiel, si una patente ha sido copiada o sacrificar la certeza de que nuestro arrendatario cumple con el contrato y no subalquila nuestro apartamento sirve para ahorrar. Pero también en épocas de depresión aumenta la preocupación por el dinero, por no perderlo y por recuperar lo perdido. "La crisis ha multiplicado por cinco las investigaciones económicas que realizan los detectives", afirma Óscar Rosa, vicepresidente segundo de la Asociación Profesional de Detectives Privados (APDPE).
Las pesquisas económicas y financieras han pasado de 40.000 a 200.000 e igualan ya en número a las de absentismo laboral. "Suponen el 25% del total de las investigaciones", añade Rosa, que cifra en 800.000 las indagaciones realizadas en el último año. La misma crisis que ha provocado la caída de otros servicios de investigación ha servido para contrarrestar sus propios efectos.
Algunas empresas recurren a los servicios de los detectives privados para no ser víctimas de un fraude por una decisión, tal como cerrar un contrato u ofrecer facilidades de pago, basada en datos erróneos. "En épocas de bonanza, esta información se obtiene en el registro mercantil, pero en una situación como la actual no está bien actualizada", sostiene Óscar Rosa. "Y nosotros aportamos datos personales que no se podrían conseguir de otra manera", continúa. "Si se trata de una empresa de transporte, hablamos con los vecinos del dueño, ponemos cámaras y podemos descubrir cosas como que antes salían 50 camiones y ahora solo 20", propone Rosa a modo de ejemplo práctico.
Pero el "producto estrella" es el demandado por bancos, entidades de crédito y cajas de ahorro para localizar morosos que se esconden o para averiguar si una persona o una empresa es insolvente o si, en cambio, posee bienes suficientes para hacer frente al pago de una deuda. Hay quienes aportan datos falsos sobre su domicilio y no tienen a su nombre ni teléfonos ni las empresas de las que se les supone el dueño. "Desparecen realmente, como si se los hubiera tragado la tierra", explica Eva Grueso, presidenta de la APDPE y responsable de Ascom, Detectives Privados. Los informes del detective, regulados en la Ley de Enjuiciamiento Civil, serán validos en un proceso judicial.
Los caminos para eludir las obligaciones de pago son muchos aunque no nuevos. "Desde hace cinco años venimos detectando divorcios simulados", asegura David Sanmartín, director de la agencia de investigación privada Grupo Has y secretario de la APDPE. Para evitar el acoso de los acreedores, se intenta hacer creíble un divorcio, de manera que todos los bienes quedan a nombre de la ex pareja del moroso. La labor del detective será, según Sanmartín, "intentar descubrir si viven juntos y si mantienen una relación externa de matrimonio, es decir, si estamos hablando de un divorcio formal simulado".
Sin embargo, pese al impacto de la crisis económica en el trabajo de los detectives privados, la caída de ciertos servicios responde a un cambio de comportamientos sociales, especialmente en el ámbito de la familia, que representa entre un 5 y un 10% del total de las investigaciones. Mientras que han aumentado los servicios con respecto al comportamiento de los hijos, "otras actuaciones que antes se entendían como algo muy grave, como una traición personal, hoy en día se ven como una consecuencia del declive de un matrimonio", apunta David Sanmartín. Además, con la reforma del Código Civil en lo que se refiere a la separación y el divorcio, ya no hay que argumentar más motivo que el hecho de querer divorciarse, por lo que "ya no tiene tanto sentido acreditar la infidelidad del otro".
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